Este artículo es la continuación de El Dolor y el Sufrimiento (XLIII)
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Como en otras ocasiones, para
realizar este estudio he intentado hacer una recopilación exhaustiva de
extractos de todos los libros del Maestro y de Alice A. Bailey (25) que
tratan sobre estos temas, aunque dada la extensión de toda la obra del
Tibetano, podría ser que faltase algún fragmento.
Cada fragmento viene precedido por el título del libro,
capítulo y/o sección de donde procede el texto, por si se desea ampliar la
información mas allá de lo relacionado estrictamente con el tema.
Las
conclusiones (cuando las haya) son
personales, por tanto, como tales no tiene porque estarse de acuerdo con
las mismas. Son reflexiones e interpretaciones propias de los extractos
del Tibetano.
En
la última entrada que se publique sobre el tema, si lo deseáis, podréis
descargaros la recopilación completa en un documento en formato pdf.
Espero que la lectura de estos artículos (que iré publicando
progresivamente al ser demasiado extensa toda la recopilación) pueda seros de utilidad.
Dani
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La Conciencia del Átomo -AAB- (1922)
(CONTINUACIÓN)
“…Si las cosas son misteriosas e inexplicables para nosotros, será
porque la gran Entidad que se manifiesta por medio de nuestro planeta está
llevando a cabo un propósito y plan definidos, análogamente a como lo hacemos
en nuestras vidas. A veces llevamos el cuerpo físico a situaciones donde le
producimos dificultades dolorosas y agobiadoras; aceptada la hipótesis tratada,
es lógico suponer que la gran Inteligencia de nuestro planeta también lleva su
cuerpo de manifestación -que incluye la familia humana- a situaciones
angustiosas para los átomos. Ciertamente es lógico suponer que el misterio de
cuanto vemos a nuestro alrededor está oculto en la voluntad o inteligente
propósito de esa Vida mayor que actúa a través de nuestro planeta, como el
hombre actúa a través del cuerpo físico.…” (460)
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“Atravesamos un largo período o ciclo de muchas vidas donde nos
identificamos con la forma y estamos tan unificados con el no-yo que no vemos
la diferencia, ocupándonos totalmente de las cosas transitorias y pasajeras.
Esta identificación con el no-yo, trae dolores, insatisfacciones y sufrimientos
en el mundo; sin embargo, debe recordarse que por medio de la reacción del yo
sobre el no-yo, aprendemos inevitablemente y nos apartamos finalmente de lo
impermanente y lo irreal. Este ciclo de identificación con lo irreal va
paralelo a la etapa de la conciencia individual. Así como el átomo de la
sustancia debe abrirse camino hacia una forma y contribuir a vitalizar a una
unidad mayor, también mediante la evolución de la conciencia, el átomo humano
debe llegar a un punto en que reconozca su lugar en el Todo mayor, y cargar su
responsabilidad en la actividad grupal. Tal es la etapa a la que se acercan
muchos individuos de la familia humana. La gente comprende como nunca hasta
ahora, la diferencia entre lo real y lo irreal, lo perecedero y lo permanente.
Por medio del dolor y el sufrimiento, reconoce que el no-yo es insuficiente, y
busca externa e internamente algo que satisfaga más adecuadamente sus
necesidades.…” (461)
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(460) LA EVOLUCIÓN DE LA MATERIA. Segunda Conferencia (pág. 38)
(461) LA EVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA. Quinta Conferencia (pág. 79)
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El Alma y su Mecanismo -AAB- (1930)
“(*) La sensibilidad, la capacidad de discernir entre los grados de
sensación y de agudeza de percepción, es otra cualidad de las tiroides. Cuanto
más energética es la tiroides, tanto más sensible es el individuo. Cuanto más
sensible a las cosas, siente más rápida-mente el dolor, porque llega con mayor
rapidez a la etapa en que el estímulo perjudica a su sistema nervioso” (462)
(*) The Glands
Regulating Personality, pág. 180.
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“…En todo caso, las glándulas suprarrenales son primordialmente las
glándulas combativas. Producen esa respuesta inmediata y activa que el hombre
demuestra en los momentos de peligro o ira, estimulándose su secreción en las
emergencias. El dolor, la ira y el temor, tienen efecto definido sobre su
secreción y se dice (*) que "toda su médula segrega la sustancia que
produce el fenómeno del temor, y la de su corteza predomina en las reacciones
iracundas". …” (463)
(*) The Glands Regulating Personality, pág. 76.
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(462) CAPITULO II. Las Glándulas y la Conducta Humana. 3. La tiroides (pág. 46)
(463) CAPITULO II. Las Glándulas y la Conducta Humana. 3. La tiroides (pág. 46) (CONTINUACIÓN)
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