miércoles, 27 de octubre de 2021

TIPOS DE LOTOS EGOICOS (EGOS) ENCARNADOS EN NUESTRO PLANETA

A continuación dejo un pequeño fragmento extraído de "Tratado sobre Fuego Cósmico" en el que el Maestro D.K. nos explica los diferentes tipos de Lotos egoicos (Ego o Yo Superior) encarnados en nuestro planeta.

Cabe decir que hacia finales del texto hay una porción que me parece muy interesante, en el cual se nos dice que los Pitris Solares (Mónadas) tienen su propia evolución, y que los seres humanos somos los instrumentos que utilizan para lograrlo. Podría parecer una forma egoísta de desarrollo espiritual por su parte, pero no debemos olvidar que es gracias al esfuerzo que dedican hacia nosotros (aunque sea para alcanzar metas mas elevadas de su propio desarrollo espiritual) gracias al cual nosotros avanzamos y nos desarrollamos. Lo mismo ocurre si nos centramos en nosotros mismos. Si seguimos directrices correctas en nuestras actitudes y cuidados de nuestros vehículos de expresión, estamos ayudando a evolucionar a esos seres inferiores que componen los mismos (células, elementales físicos, astrales, etc.), dado que si no cedemos a las tentaciones y bajas pasiones que intentan forzarnos a experimentar, con el tiempo, elevamos nuestro grado de vibración espiritual y, por tanto, ellos mismos se benefician también de esa elevación vibracional que les ayuda a evolucionar a sí mismos.

Por último, el indicado fragmento me parece un buen ejemplo para hacernos ver la necesidad de ser mas humildes y reconozcamos que, aunque el ser humano juega un factor importante en el conjunto de la evolución en general, simplemente somos una pieza más del formidable y gigantesco engranaje cósmico del Universo. Seamos humildes y no nos creamos que somos el centro del Universo y de que todo lo que existe ha sido dispuesto únicamente para nuestro desarrollo personal. Cada uno de nosotros, por importantes que nos sintamos, somos una minúscula partícula más de ese TODO Universal.

Dani 

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"Hasta la mitad de la raza raíz Atlante, por ejemplo (cuando se cerró la puerta de la individualización), había Egos en distintas etapas de desarrollo, desde los “capullos” de reciente organización, que representaban a hombres recién individualizados, hasta los cuerpos causales altamente desarrollados de los diversos iniciados o discípulos, que supervisaban la evolución de la raza. Los cuerpos egoicos podrían ser agrupados, desde el punto de vista evolutivo, de la manera siguiente:

En el tercer subplano del plano mental:

Egos capullo. Porque nuestro esquema planetario está en la mitad de su evolución, no existen, estrictamente hablando, “capullos” cerrados. Todos los lotos egoicos tienen por lo menos un pétalo abierto y están organizados; pero existe una gran diferencia entre los que están poco desarrollados, lo cual se demuestra en el brillo de los átomos permanentes, y los que se hallan en la etapa en que los pétalos comienzan a abrirse.

Lotos bráhmicos, en los que se ha abierto totalmente el primero o el pétalo de conocimiento. Se los denomina así porque representan, en el plano físico, al ente inteligente plenamente activo, al hombre de poco desarrollo mental, al tipo más inferior de trabajadores, agricultores y campesinos de todos los continentes. Se los denomina también “creadores de tercera clase”, pues se expresan sólo por medio de la creación física en el plano físico, y su función consiste más bien en proveer vehículos a los de su propio grupo.

Los Lotos de Brahman, en los cuales el segundo pétalo da señales de abrirse, y el segundo aspecto, en su manifestación más inferior, comienza a expresarse. Estos lotos representan a algunos grupos de Egos provenientes de ciertos esquemas planetarios, especialmente de Júpiter y de Venus, los cuales son de categoría superior a la de los ya mencionados, pero aún tienen que recorrer un largo camino; a éstos se los denomina “creadores de segunda clase”, pues aunque aparecen en el plano físico en el acto de la creación física, están sin embargo más influenciados por el amor que por el instinto animal como los del primer caso. Encarnan en la actualidad en Oriente, particularmente en la India y en los países latinos y últimamente en América del Norte.

Lotos primordiales. Éste es un grupo especialmente importante que ha venido influenciado por el Señor del Quinto Rayo, por lo tanto está fundamentalmente vinculado con la energía de manas que constituye una manifestación especial en el actual sistema, siendo la base de toda realización. Dicho grupo se hallaba en estado pasivo durante la raza raíz Atlante, entrando en actividad durante la cuarta y quinta subraza de la actual raza raíz. Forman un grupo más avanzado que los anteriores, pero necesitan adquirir mucha experiencia para desarrollar el segundo pétalo. Los pétalos primero y tercero de la primera hilera se están abriendo, pero el pétalo del medio está todavía cerrado. La hilera media tampoco demuestra señales de vitalidad. Debido a las condiciones existentes en el planeta de donde emanaron, su desarrollo ha sido unilateral, y por eso encarnan en este esquema impelidos por una oleada de energía a fin de “capacitarse”, como comúnmente se dice. Puede vérselos en el tipo intelectual científico muy egoísta, responsable en gran parte del progreso de la ciencia mecánica, de su aplicación a las necesidades de los hombres y de la introducción de cierto tipo de máquinas; su trabajo está vinculado mayormente con la energía del reino mineral. De ello se deduce que los Señores solares, a quienes personifican, están ligados a un grupo de Señores lunares que responden magnéticamente a los devas del reino mineral. El trabajo que realizan para la raza, tiene en la actualidad un efecto deletéreo, pero cuando se abra el segundo pétalo, entonces las maravillas que realizarán en servicio amoroso dentro de su especialidad, será uno de los factores que regenerará al cuarto reino. En la quinta ronda llevarán a cabo su emancipación, pasando las cuatro quintas partes al Sendero y la quinta parte restante esperará el otro ciclo.

Lotos de pasión o de deseo. Se denominan así porque su naturaleza fundamental es el amor personifica en una u otra forma. La gran mayoría de las Mónadas de Amor pertenecen a este gran grupo, constituyendo las personas de buena posición económica y benévolas del mundo. Están subdivididos en cinco grupos, tres de ellos se individualizaron en este planeta, haciéndolo en la cadena lunar los dos últimos. Han desarrollado dos pétalos, y en la actualidad su objetivo es desarrollar el tercero. Muchos podrán desarrollarlo antes del advenimiento de la séptima raza raíz de esta ronda, pero la mayoría lo hará en la segunda raza raíz de la ronda siguiente y, habiendo desarrollado una hilera de pétalos y organizado la segunda antes de finalizar la ronda, estarán ya preparados para entrar en el sendero de probación. Los lotos de la primera hilera se dividen en grupos entre los cuales continúa la interacción; la energía de cualquier centro produce un reflejo en otro. Debe recordarse que en la época atlante, cuando se cerró la puerta al reino animal y ceso temporariamente la formación “de capullos de lotos” el efecto fue dual, pero no en los reinos animal y humano. Dio por resultado la decisión interna, por parte del Logos planetario, de no crear en el plano mental del sistema sino de dedicarse al trabajo de evolución progresiva. Esto hizo que cesaran ciertos tipos de actividad, produciéndose la pasividad de algunos de Sus centros y la creciente actividad de otros. Tuvo también un efecto sobre los Ángeles solares y en consecuencia sobre el Corazón del sistema solar del cual son extraídos. Haces de energía o corrientes de fuerza provenientes del corazón del sol (el Sol subjetivo) fueron detenidos y dirigidos hacia otro lugar, mientras que los Pitris ya activos, comenzaron a dedicarse al trabajo iniciado, y momentáneamente no se emprendió ningún otro. No debe olvidarse que, desde su punto de vista, el trabajo de los Pitris solares no constituye principalmente la evolución del hombre, sino que es el proceso de su propio desarrollo dentro del plan del Logos solar. Para ellos la evolución de la raza humana sólo es un método.

Hombres perfectos se hallan en los concilios del rayo particular del Logos planetario; los Pitris solares se hallan en el concilio del Logos solar."

 

- TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO - 

SEGUNDA PARTE. FUEGO SOLAR. FUEGO DE LA MENTE.

SECCIÓN D. LOS ELEMENTALES DE LA MENTE Y LOS ELEMENTALES DEL FUEGO.

II. LOS DEVAS Y ELEMENTALES DE LA MENTE.

3. LOS ANGELES SOLARES - LOS AGNISHVATTAS.

d. La Construcción del Cuerpo Causal.

c. Nombres de los lotos egoicos.
pág. 669

viernes, 3 de septiembre de 2021

CIENCIA MÉDICA Y CURACIÓN (por Aart Jurriaanse)

 

Considerándola académica y técnicamente, la ciencia médica con su diagnóstico, cirugía y otras especialidades, está muy avanzada en la actualidad. El conocimiento del cuerpo humano y sus reacciones a las molestias y estímulos físicos tanto internos como externos es destacado. En uno de los aspectos más importantes la ciencia médica se ha visto hasta ahora inconscientemente muy limitada. Todavía no tiene conocimiento de la existencia del cuerpo etérico, que forma el marco intangible sobre el cual se construye el cuerpo físico, y por tanto desempeña un papel importante en la conservación de la salud. No es de extrañar que los médicos, a pesar de sus amplios conocimientos de los aspectos físicos, hayan estado en el pasado tantas veces intrigados en extremo por los inexplicables comportamientos de la enfermedad, y por las incontables reacciones de sus pacientes que sin razón lógica muestran una mejora o empeoramiento. Poco han comprendido que la causa subyacente real de muchas afecciones residía en la condición inarmónica del vehículo etérico.

El cuerpo etérico

Al convertirse la existencia del cuerpo etérico en un hecho aceptado ahora, la medicina se encuentra en el umbral de un enfoque totalmente nuevo de la enfermedad y su tratamiento. Sin embargo por ahora sólo existen unos pocos que reconocen plenamente el alcance de las implicaciones del denominado 'campo electromagnético', y de que constituye el pilar de toda existencia física, no sólo envolviendo sino también minuciosamente interpenetrando y soportando al cuerpo tangible. Tampoco se comprende que el cuerpo etérico individual no es sino un pequeño componente del sistema etérico global, con el cual está íntimamente asociado.

Sin embargo, los pioneros de este nuevo campo de investigación precisan más evidencia corroborativa, no sólo para fortalecer su propia convicción sino también para convencer al resto de la profesión médica del papel importante que desempeña este cuerpo sutil. Se debe reconocer que este envoltorio eléctrico no sólo sirve como conductor de todas las energías entrantes de fuentes exteriores sino también actúa como canal de distribución de las fuerzas que han sido generadas y trasmutadas dentro del complejo de la personalidad, y que son irradiadas al entorno.

La ciencia médica futura se centrará, por tanto, mayoritariamente en el estudio y mejor entendimiento del cuerpo etérico, y aún más en particular de los centros etéricos que contiene. Existe una estrecha relación entre los centros etéricos y el sistema endocrino. El resultado es que el endocrinólogo, cuando se haga consciente de la relación entre el vehículo etérico, el sistema endocrino y el flujo sanguíneo, obtendrá una percepción más clara de sus muchos problemas inexplicables del pasado.

En lo que se refiere a los aspectos puramente físicos, la ciencia médica está actualmente alcanzando los límites de lo que el hombre puede lograr. Pero afortunadamente los desenvolvimientos y logros no tienen fin, y nuevos panoramas maravillosos se están descubriendo para el sanador del futuro. Él se encuentra ahora a punto de avanzar hacia un nuevo terreno, que hasta ahora había permanecido en su mayor parte oculto a la ciencia. Con el advenimiento de mayor luz, iluminando todas las esferas de actividad humana, y con la creciente percepción del hombre, las esferas intangibles se le abrirán. Esto resultará ser de gran ayuda para la ciencia médica, permitiendo al médico dedicado y altruista acercarse al mundo de las causas.

Todos los esfuerzos de la ciencia médica se centran en la actualidad en prolongar la vida en la forma. Sin embargo, no está lejos el momento en que se comprenda que la vida de la forma es relativamente de importancia sólo secundaria. La actitud del hombre experimentará un cambio radical cuando se reconozca que el cuerpo físico no es sino un canal a través del cual el alma puede adquirir ciertas experiencias y es sólo su instrumento de expresión en el mundo material. La ciencia médica futura centrará, por tanto, sus esfuerzos en la prevención de la enfermedad, manteniendo así al instrumento sano y eficiente. Aún más, cuando la naturaleza haya terminado su ciclo, y cuando el alma haya cumplido su tarea para la cual se ha encarnado, demandará la liberación. Esta etapa deberá ser

reconocida por el sanador, y deberá saber apartarse, dejando a la naturaleza cumplir su propósito, sin intentar mantener artificialmente la vida en la forma.

La enfermedad denota un desequilibrio en las funciones combinadas del sistema humano. Con la excepción de las enfermedades sistémicas causadas por las guerras y accidentes, o por epidemias virulentas, cuyos orígenes son de una naturaleza planetaria y han sido inducidos por los defectos de la humanidad en conjunto, todos los trastornos físicos deben primero ser buscados en las influencias adversas que emanan de los centros etéricos. Estos puntos vitales focales de energía influencian la actividad de los 'nadis', aquellos diminutos enlaces entre lo subjetivo y lo material que subyacen al sistema nervioso, que a su vez afectan a las glándulas endocrinas y al flujo sanguíneo, todos juntos regulando el estado de salud del hombre.

Sanación del futuro

Una de las principales técnicas de sanación del futuro requerirá que el sanador estudie cómo dirigir las energías escogidas hacia los objetivos específicos. Él deberá así aprender a ganar cierta medida de control de los niveles etéricos, que le permitirá curar trastornos físicos influenciando la estructura etérica de apoyo. La sanación no debe por tanto ser básicamente de una naturaleza física. En la mayoría de casos la restitución psíquica resultará automáticamente en la recuperación física.

El verdadero sanador esotérico alcanzará el nivel donde se vuelva consciente del estado subjetivo de sus pacientes. A través de una creciente sensibilidad se vuelve sutilmente perceptivo a las necesidades y estados de su paciente. Cuando bajo tales circunstancias sus reacciones se vuelven automáticas e intuitivas, entonces serán más fiables. El sanador ideal no debe depender únicamente de sus atributos esotéricos o exotéricos. Básicamente deberá ser un médico cualificado convencional, con el conocimiento científico y técnico de la ciencia moderna a su disposición; pero simultáneamente también deberá ser un buen psicólogo, como también un sanador espiritual, sabiendo aprovecharse de las energías del mundo etérico.

Como las diversas aptitudes mencionadas arriba rara vez se reúnen en un sólo individuo, será por tanto aconsejable para sanadores de diferente inclinación y formación combinar sus esfuerzos de servicio, y colaborar en grupos en los cuales los sanadores físicos, psíquicos y mentales puedan aunar esfuerzos en beneficio del paciente. La meta será coordinar las siguientes funciones especializadas:

  • El médico ortodoxo y académico, el endocrinólogo y el cirujano.
  • Psicólogos, neurólogos y psiquiatras.
  • Sanadores mentales de cualidades variadas – muchas veces clasificados como trabajadores del 'Nuevo Pensamiento'.
  • Trabajadores esotéricos entrenados que se esfuerzan en alcanzar las almas de los hombres.

Se predice que llegará el momento en que habrá hospitales donde estas variadas fases del tratamiento médico serán ofrecidas en perfecta cooperación.

Cuando se consideran los Siete Rayos de Energía, tanto el Segundo como el Séptimo Rayo son 'Rayos sanadores' reconocidos; de estos dos es el Segundo Rayo el que desempeña el papel más eminente. Es por esta razón que los sanadores naturales serán como regla almas de Segundo Rayo, aunque el éxito de su trabajo dependerá en gran medida en su dedicación de capacitarse para este propósito. Es sólo con tal consagración que las aptitudes naturales serán llevadas a una efectiva expresión práctica.

Cada iniciado automáticamente se convierte en un sanador espiritual, porque está aprendiendo a dirigir las energías – el principio subyacente es que la 'energía sigue al pensamiento'. Cuanto más avanzado sea, menos se preocupará conscientemente de la complejidad de los centros, y la dirección de las energías y fuerzas; él las percibirá intuitivamente y aprenderá a llevar a cabo las funciones correctas automáticamente.

Aunque en las etapas iniciales puede faltar la pericia, se puede decir de todos modos que todo individuo que es estimulado por el impulso de servir, que ha alcanzado un control mental efectivo, y que es inspirado por un amor impersonal por su prójimo puede en su momento convertirse en un sanador. El trabajo productivo se intensificará uniéndose a un grupo sanador, ganando experiencia bajo la orientación de un líder calificado. Además el esfuerzo conjunto del grupo generará inevitablemente energías que serán considerablemente más potentes que aquellas disponibles a los trabajadores individuales.

El trabajo de un sanador en la Nueva Era será realmente mucho más sencillo que el del médico actual. Un atributo esencial del sanador es que esté provisto abundantemente de la Energía de Amor, que puede ser irradiada a sus pacientes. Las potentes cualidades curativas de la Energía de Amor muchas veces no son reconocidas, y por consiguiente son omitidas. El enfoque y contacto del sanador con el paciente deben por tanto ser en primer lugar a través del amor y la buena voluntad, que entonces actuarán como un canal para energías curativas complementarias.

El futuro sanador necesitará menos conocimiento detallado académico y técnico, pues sus aptitudes serán de una naturaleza más fundamental. Él estará interesado en las energías y sus puntos de distribución, los siete centros etéricos, y no tanto con los detalles físicos de los órganos enfermos. Sus funciones serán por tanto mayoritariamente intuitivas e inspiradas por el alma, más que el producto de la capacitación académica.

martes, 6 de julio de 2021

LA RADIACIÓN Y EL AURA (por Aart Jurriaanse)


Toda radiación debe ser considerada como el proceso transmutador en funcionamiento activo, o en otras palabras, el traspaso de energía de una forma a otra. Lo que sucede básicamente es que el núcleo interno positivo de fuerza o vida del átomo o forma, alcanza tan intenso ritmo de vibración, que los electrones negativos son expulsados más allá de la esfera de atracción normal, o más allá de las paredes de confinación de la forma que los mantenía recluidos. Entonces ya no son atraídos de vuelta a su centro polar original, sino que escapan y deben encontrar una nueva estancia, siendo absorbidos temporalmente en el cuerpo etérico o vital que rodea todas y cada forma. Esto en principio es verdad no sólo para el átomo, sino para todas las formas en todos los reinos de la naturaleza.

El impacto de una verdad o de un concepto mental, y su reconocimiento, es una indicación de que la cualidad de una esfera específica de actividad irradiante ha sido registrada por la mente. Esto es lo que ocurre con todas las así llamadas 'expansiones de conciencia' a las cuales la mente del hombre puede responder: él registra una serie sucesiva de vibraciones y radiaciones emanando de diferentes fuentes de actividad, y cuando cada una de ellas es conscientemente registrada y reconocida por la mente, otro ladrillo se ha colocado en los fundamentos de la conciencia en desarrollo, y otra abertura se ha producido en la trama etérica confinante, conduciendo así a una luz más clara y una percepción más profunda.

Siempre presente

Estas esferas de actividad irradiante están siempre presentes, y es sólo el instrumento que no alcanza y no consigue registrar aquello que está disponible; el proceso evolutivo es por tanto uno de desarrollo y refinamiento del aparato de respuesta, primero para permitirle reconocer y absorber, y luego para emplear con eficacia las radiaciones cuando son contactadas en cada etapa. La mente registrará estas cualidades, actividades irradiantes o impulsos que emanan como impresiones, ideas y revelaciones, y el grado en el cual el discípulo se beneficiará de estos impulsos dependerá de su grado de desarrollo, y de la firmeza de su propósito y esfuerzo.

Con el progreso a lo largo de su sendero, el discípulo se vuelve más eficiente, no sólo para absorber energías disponibles de diferentes fuentes, sino que sus propias actividades irradiantes también aumentarán, tanto si tiene conciencia despierta de ello como si no. Su esfera de influencia será proporcionada a su evolución espiritual, y la naturaleza e índole de su radiación determinarán la cualidad de su aura envolvente.

Una de las fuerzas más poderosas que el hombre puede irradiar, es esa cualidad dominante del alma - ¡el Amor! Siempre que las acciones del servidor irradien amor comprensivo, estas pueden realmente ser estrictas y hasta severas, sin causar daño aunque quizás sean una fuente de dolor momentáneo.

La radiación y el magnetismo están en los fundamentos de todo trabajo grupal; cuando el discípulo se vuelve más irradiante y magnético espiritualmente, y cuando su corazón y cabeza se relacionan conscientemente, su radiación crece rápidamente y se vuelve más notable en su entorno, evocando una respuesta igual en los otros. También atraerá la atención del Maestro que trabaja en el mismo rayo en el cual el alma del discípulo está orientada, y en el cual ha estado irradiando sus fuerzas.

Curación esotérica

Diferentes formas de curación esotérica también giran principalmente alrededor de la radiación magnética, y el paciente sólo puede ser realmente ayudado cuando la radiación positiva del sanador supera la condición negativa del paciente. La curación magnética e irradiante comprenden un estudio completo y provechoso por sí solo, y con la adquisición de un creciente conocimiento sobre el cuerpo etérico, su influencia y su control, la aplicación práctica de estos estudios promete jugar un papel de importancia creciente en la práctica sanitaria futura.

El serio sanador del futuro debe, sin embargo, no sólo tener conocimientos espirituales sólidos, con control sobre sus centros y la habilidad de dirigir y regular su radiación y magnetismo, sino que al mismo tiempo debe tener un completo conocimiento y entrenamiento en la medicina común y los métodos quirúrgicos. El conocimiento del médico facultativo, por ejemplo, resultará más efectivo en arreglar un hueso roto, que el de un sanador espiritual en las mismas circunstancias.

Cada forma manifestada está caracterizada por un entorno etérico o 'aura', que puede ser definido como la esfera de su actividad irradiante. Esto también se aplica al hombre. Los clarividentes, favorecidos con visión etérica, pueden distinguir el aura humana, comúnmente descrita en términos de color o luz. Desde el punto de vista esotérico, sin embargo, la importancia del aura radica en su cualidad irradiante y su consecuente esfera de influencia.

El aura es una combinación de radiaciones, energías y fuerzas ordenadas, que tanto pueden atraer como repeler lo bueno o lo malo, y es a través de contactos así efectuados que la tendencia global de la vida de un hombre es determinada.

Similarmente donde se juntan grupos, un aura grupal es creada, consistente en la combinación de las auras individuales, y la contribución áurica de cada miembro del grupo puede así tanto obstaculizar o beneficiar los objetivos del grupo. El aura unida determinará la condición del grupo, sus actividades, su utilidad y también sus problemas.

Cada persona que mira al mundo o a su entorno cercano, inevitablemente debe mirar a través de su propia aura envolvente, y la transparencia de esta ventana definirá la claridad o grado de distorsión de las imágenes recibidas. Este mismo principio se aplica a todos los impulsos y vibraciones que le llegan de fuentes externas. La claridad y pureza del aura es por tanto de principal importancia si definiciones e impresiones verdaderas han de recibirse, o irradiarse al mundo exterior. Auras oscuras y turbias son una de las razones principales de que las masas tengan a menudo puntos de vista distorsionados y actitudes perversas, no sean susceptibles a la razón, e inconscientemente rechacen las bellezas que la vida tiene para ofrecer. Su visión de su entorno y de todo lo que les influye está deformada; lo que ven es sólo un reflejo deformado y torcido de la realidad, y por lo tanto no pueden formar ningún concepto real del bien, de la verdad y de la belleza, porque para ellos todo está viciado al mirar a través de sus auras impuras. La consecuencia es que incluso la acción o actitud más inspirada y altruista de sus prójimos, de aquellos que pueden haber alcanzado una visión más clara y objetivos más puros, son malinterpretados y tratados con afrenta y sospecha.

El aura de fuerzas que envuelve al ser humano es de una naturaleza más compleja que aquella perteneciente a formas de reinos inferiores; el aura del hombre está compuesta de radiaciones de los cuerpos físico, emocional y mental, y su condición por tanto será determinada por aquel de estos vehículos que esté en ascendencia, y también por la cualidad de las emanaciones dominantes.

Cuando el aura comienza a afirmarse, se muestra automáticamente una mayor sensibilidad a las influencias de los niveles subjetivos, y el individuo se vuelve crecientemente magnético a ideas y conceptos espirituales. Su condición por tanto se volverá invocativa a la impresión espiritual, y las ideas subjetivas serán evocadas por su mente sin esfuerzo consciente por su parte.

Este aura magnética es encendida por el primer contacto genuino con el alma, y crecerá proporcionadamente con la frecuencia de tales contactos futuros, hasta que finalmente se vuelve un estado de conciencia y comunión habituales con el alma que puede establecerse a voluntad y en todo momento. Cuando se alcanza esta etapa, su foco estará en el plano mental y ya no estará controlado por su naturaleza emocional. Esto significa que ha realizado un comienzo exitoso en la construcción del puente de luz a través del cual se pueden introducir impresiones de planos superiores, y el cual crecientemente servirá para incrementar la cualidad de su aura, de ese modo mejorando constantemente su eficiencia como un canal e instrumento de servicio en las manos de los Maestros.

El mecanismo áurico que cada ser humano lleva consigo, refleja a aquellos con visión etérica una imagen verdadera de la etapa que el hombre ha alcanzado en su evolución emocional, mental y egoica. Un Maestro por tanto sólo necesita mirar a la luz reflejada dentro del aura, para saber exactamente hasta donde ha progresado el hombre en su sendero de desenvolvimiento espiritual.

miércoles, 23 de junio de 2021

EL TERCER OJO (por Aart Jurriaanse)

 


Mucho ya se ha escrito en la literatura esotérica sobre el tercer ojo, y parece que se precisa más claridad sobre este poco comprendido órgano místico. Sin embargo, aunque las descripciones y las explicaciones pueden dar algún concepto mental de este 'ojo', la verdadera comprensión interior nunca puede alcanzarse hasta que, por el desenvolvimiento espiritual gradual, una medida de experiencia de visión práctica a través de este 'ojo del alma' es en primer lugar conseguida - otra de estas paradojas esotéricas.

Se encontrará que unas pocas expresiones sinónimas son parcialmente descriptivas y podrán dar quizás alguna idea de las funciones del tercer ojo. Por ejemplo: el ojo espiritual; el espejo del alma; el ojo del alma; el ojo que todo lo ve; el ojo del mago; el ojo de la visión; el ojo interno; el director de la energía.

El tercer ojo existe en materia etérica y es un centro de fuerza etérico situado justo delante de la frente, en el punto medio entre los dos ojos físicos. Aunque asociado con la glándula pineal, no debe ser confundido con ella, que es claramente una pequeña glándula física detrás del cerebro. El tercer ojo debe considerarse como la correspondencia etérica de la glándula pineal, y es sólo cuando la última alcanza la actividad plena que el 'ojo' funcionará efectivamente, indicando la etapa 'completamente despierta' del hombre.

El tercer ojo es también el instrumento de la Voluntad o Espíritu, y así se convierte en el 'Director de la energía'.

El 'ojo' provee al aspirante de visión interna de los espacios subjetivos, y por tanto de clarividencia, y también permitirá al trabajador eficiente control sobre muchas de las energías que gobiernan el comportamiento de la materia.

Hasta que el ojo está funcionando, aunque sólo parcialmente y periódicamente, el hombre no puede comprender y apreciar plenamente la naturaleza de la energía que él es capaz de manejar y por tanto de los poderes potenciales a su disposición. Finalmente este ojo le dará los poderes del mago blanco, y es por ello que también se conoce como el 'ojo del mago'. Es dirigiendo las energías con el tercer ojo que las formas mentales son energizadas y vivificadas, llevando a los constructores menores (devas) a una línea particular de actividad.

El tercer ojo es por tanto la agencia directora en todo trabajo mental creativo, así formando también la base de toda creación práctica. Fijando el ojo interno en el objeto de contemplación, se produce una corriente continua de energía, que cuando se enfoca sobre lo objetivo engendra vitalización y actividad. Como norma este proceso opera inconscientemente, pero a través de la meditación y la contemplación el estudiante cualificado aprende a aplicar estos principios deliberadamente y a voluntad, aunque con discernimiento.

Es a través de este 'ojo que todo lo ve' que el Maestro de Sabiduría o el hombre perfeccionado, puede en cada momento ponerse en contacto con sus discípulos, dondequiera que estén, o puede comunicarse con otros miembros de la Jerarquía Espiritual a través del espacio etérico. Este ojo le sirve como un instrumento para dirigir y controlar las energías y mantener formas mentales que pueda haber creado dentro de su esfera de influencia o en su sendero de servicio, y es a través de este medio que dirige corrientes de energía para ayudar y estimular a sus discípulos y grupos en cualquier lugar y momento.

La visualización también estimula el desarrollo del tercer ojo, y las formas, ideas y abstracciones de pensamiento pueden así ser vestidas mentalmente y traídas a la existencia etérica.

Hay principalmente dos procedimientos que son responsables del desarrollo de la glándula pineal. Primero ésta puede estimularse por energías que emanan del alma misma y actuando a través de los centros etéricos. Este flujo descendente de energía egoica o del alma proviene en primer lugar de los centros despertados a través de la meditación y la actividad espiritual; la energía afecta esa glándula, que con el curso de los años se desarrollará gradualmente y comenzará a desenvolverse para comenzar un nuevo ciclo de actividad. La glándula pineal puede, sin embargo, también ser estimulada por una vida física racional, y disciplinando al cuerpo a las leyes del desenvolvimiento espiritual. Esto significará llevar una vida regulada, evitando la carne, y estimulantes como la nicotina y el alcohol, y practicando moderación en todas las cosas. De esta manera la glándula perderá progresivamente su atrofia y se vitalizará.

Para resumir se puede decir que el tercer ojo constituye la ventana del alma, de donde mira hacia dentro en los tres mundos de la existencia humana, revelando la naturaleza de los mundos internos, el Reino de Dios y el Plan Divino; dirige la energía del alma en el plano físico, y finalmente une al hombre despierto del plano físico con el mundo astral o subjetivo, permitiéndole funcionar allí con plena conciencia. Por tanto permite al hombre hacerse consciente de aquello que previamente permanecía oculto a sus sentidos; un mundo de nuevas realidades fantásticas se abre a su visión etérica, y la naturaleza y la cualidad del espacio de las almas y aquel de la Jerarquía se le revela en toda su belleza. En realidad estas nuevas percepciones son animadas más claramente y se vuelven más auténticas para el observador que lo que nunca pudo haber sido el mundo de experiencia física.

jueves, 3 de junio de 2021

CARACTERÍSTICAS DEL ALMA (por Aart Jurriaanse)

 

Es importante prestar atención a algunos de los atributos del alma más sobresalientes, por los cuales su presencia puede detectarse. Hablando de forma general, el ser infundido por el alma puede identificarse por cualidades tales como el idealismo, el servicio grupal, el sacrificio, la inclusividad, la disposición a compartir, la impersonalidad, la perseverancia, la compasión, el amor continuo y la buena voluntad, y el propósito sosegado, flexible pero constante del Ser divino. Estas propiedades pueden contrastarse con aquellas de la personalidad, cuando la influencia del alma está en su mayoría velada, como el dominio, la ambición, el orgullo, la sensualidad, el egoísmo, la codicia, el odio y la ira. Algunas de las cualidades más sobresalientes del alma serán descritas brevemente a continuación:

1 . Amor y Buena Voluntad

Estas dos propiedades están estrechamente asociadas, y la buena voluntad es meramente una de las expresiones prácticas del amor. Una juiciosa aplicación del amor y la buena voluntad en todos los niveles debe conducir inevitablemente a las buenas relaciones humanas, y al ser claramente la mejora de las relaciones humanas uno de los objetivos de la Nueva Era, la importancia del papel del amor no puede ser suficientemente resaltado.

El amor, como todas las otras cualidades de la vida, es también un concepto muy relativo. En la personalidad se desarrolla al principio desde una emoción egoísta y sensual, hasta que es influenciado crecientemente por el alma, demostrado como amor a la familia, el amor por la pareja en la vida, irradiando y desarrollándose gradualmente en esferas cada vez más amplias de amor grupal, tan característico del alma, hasta que este amor finalmente abarca a toda la humanidad.

El amor es la energía que constituye el alma de todas las cosas y todas las formas; es la energía principal del alma del mundo, el anima mundi, que alcanza su máxima expresión en el alma humana. Puede considerarse como la fuerza unificadora que sirve para sintetizar cada forma en la creación en un Todo sincronizado y coordinado. En lo que al ser humano concierne, es la energía excelsa responsable de todo lo que es benévolo, amable y bello en el carácter individual, y que sirve para promover todas las relaciones valiosas entre los hombres, los grupos, y que finalmente unirá a todas las naciones y razas en Una Humanidad.

2. Intuición

La intuición es la facultad que conducirá indefectiblemente al hombre infundido por el alma a la correcta decisión y acción, cuando se enfrenta a una decisión en nombre de su prójimo. Esta no es la motivación emocional a la que se refiere la persona astralmente orientada como 'intuición'. No, la verdadera intuición que guiará al discípulo avanzado sin error a su destino es una característica del alma y el producto directo de una impresión o del flujo espiritual de energía y sabiduría de la Mónada. El hombre corriente, todavía centrado en su mayoría en la personalidad, debe reconocer esto y continuar basando sus decisiones en el 'sentido común' en lugar de esperar en vano una inspiración intuitiva. Toda orientación 'intuitiva' que tal hombre pueda recibir se originaría probablemente de los niveles astrales y no del plano egoico, y por tanto no podría esperarse que le condujera a su meta espiritual. Además la intuición se relaciona sólo con las actividades de grupo, y nunca con asuntos triviales de la personalidad, o para satisfacer ambiciones egoístas.

Aunque la intuición elevada se asocia normalmente a contactos espirituales relativamente elevados, definitivamente también hará su aparición en una etapa temprana, cuando el discípulo se encuentra en situación extrema o cuando se invoca urgentemente ayuda en nombre de otros. Cuando el discípulo ha alcanzado la etapa en la que puede utilizar libremente la intuición con su rapidez e infalibilidad de decisión, el uso de la mente con su funcionamiento laborioso, sus ilusiones y errores, descenderá gradualmente, hasta que finalmente terminará en desuso y será reemplazada por la intuición.

3. Luz

La luz es el símbolo del alma, y la luz que el discípulo irradia estará en proporción al dominio de su alma. Tres fuentes de luz están disponibles para el discípulo:

- La luz del Conocimiento. Esta es la aún parcialmente escondida luz de la personalidad con la cual el aspirante puede intentar despejar los muchos espejismos que le ocultan la verdad. Todo conocimiento es el producto del cerebro físico, y servirá para iluminar áreas de conciencia que estaban previamente ocultas en la oscuridad.

- La Luz de la Sabiduría es la luz irradiada por el alma, y es el resultado de la luz de la larga experiencia mezclada con la luz del conocimiento. La luz de la sabiduría iluminará y así revelará el mundo subjetivo de propósito o realidad, que para el hombre corriente permanece oculto por la forma exterior.

- La Luz de la Intuición es la luz del Espíritu, y sólo comienza a funcionar efectivamente cuando el alma y la personalidad han llegado a una fusión completa. Esto presupone la mezcla de la luz de la personalidad y del alma con la de la Mónada o Espíritu, y con su aparición las luces menores serán gradualmente absorbidas por la Luz Espiritual.

4. Serenidad y Calma Interior

El discípulo infundido por el alma se caracteriza por una profunda serenidad, calma interior y una paciencia permanente. Esto es así porque el alma, conociendo su inmortalidad, es persistente.

La serenidad no debe confundirse con la paz, que es una condición relativa y temporal en un mundo en constante cambio y evolución. Para llevar a cabo el progreso, siempre hay y habrá perturbación. La paz se refiere al mundo del sentimiento y la emoción, mientras que la serenidad es una cualidad del alma, y puede mantenerse aún con violentas perturbaciones en los mundos de la personalidad.

Tampoco debe interpretarse la serenidad como insensibilidad - es de hecho un reflejo de sentimiento intenso, transmutado por el alma en profunda comprensión. El discípulo centrado en el alma alcanzará el punto en el que nada perturbará su calma interior, y la serenidad total es experimentada a través de la serenidad y equilibrio perfectos.

5. Alegría

Se puede realizar una clara distinción entre felicidad y alegría. Felicidad es una buena cualidad, pero es aún una reacción de la personalidad, basada en la satisfacción del deseo, el sentimiento y la emoción. Estar arraigado en la vida emocional inestable, es estar sujeto a muchas perturbaciones emocionales del entorno, que fluctúan entre las cimas de la felicidad y las profundidades de la miseria y la depresión.

La alegría por otra parte es una cualidad más estable y profunda, y una característica de la vida del alma. Surge de un estrecho alineamiento del alma con sus tres mundos de expresión pero, en contraste a la felicidad emocional, la alegría es en esencia una experiencia mental; mientras que la felicidad se produce al satisfacer a la personalidad o a aquellos asociados con la personalidad, la alegría es el producto de satisfacer los objetivos del alma. La alegría por tanto siempre será asociada con los esfuerzos realizados en nombre de nuestro prójimo; con la conciencia de los días invertidos al servicio de otros; con actividades de cooperación grupal; con la contribución, aunque sólo sea de forma limitada, hacia la realización del Plan; o con traer luz a un alma en la penumbra. Sí, qué gran alegría produce ser conscientemente de utilidad en ayudar a otro trabajador en su lucha a través del sendero ascendente. El motivo que inspira la acción debe ser sin embargo desinteresada, no codiciosa y altruista - entonces se experimentará la alegría del alma, aunque la personalidad puede simultáneamente estar en un estado de sufrimiento e infelicidad.

La alegría, siendo la energía del alma, está también investida de fortaleza. Por tanto aprended a cultivar la alegría, en el cierto conocimiento de que es inspirada por el poder inagotable del alma, y que conducirá al hombre indefectiblemente a través de su arduo sendero hacia el destino divino. La alegría abrirá los portales a la Luz, ayudará a disipar el espejismo y la incomprensión, y traerá la serenidad interior.

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Aart Jurriaanse (1907-2002) era sudafricano y dedicó su vida a estudiar las Enseñanzas de la Sabiduría Antigua y a transmitirlas a todos. Además de producir recopilaciones de los libros de Alice Bailey (“Ponder on This”, “Serving Humanity”), él mismo escribió ocho libros, entre ellos su obra maestra „Bridges“ y „All is Relative“. Todas sus obras han demostrado ser herramientas invaluables para los buscadores de hoy. 

lunes, 24 de mayo de 2021

ALINEAMIENTO DEL ALMA Y LA PERSONALIDAD (por Aart Jurriaanse)


Algunas de las características de los tres vehículos de expresión humana han sido descritas, y también que, después de la integración, estos pueden servir como un canal del alma para comunicarse con el mundo exterior.

Cuando el cuerpo físico, con el cerebro, se alinea con el cuerpo sensitivo y posteriormente con el cuerpo mental, entonces la mente inferior puede comunicarse libremente con el cerebro físico, alimentando sus hechos e ideas a este ordenador para una elaboración y mejora adicional. Así es como los pensadores del mundo son impulsados. Cuando el cuerpo causal o egoico está también alineado, el alma puede funcionar a través de estos instrumentos, y así se crea el potencial para la aparición de extraordinarios líderes de la raza, que no sólo pueden gobernar a la s masas emocional e intelectualmente sino también inspirarlas con ideales más elevados. Tal alineamiento también producirá escritores inspiradores, idealistas, pensadores abstractos, músicos y otros artistas inspirados.

Para el principiante del sendero de evolución espiritual, tal alineamiento con el alma sólo ocurrirá periódicamente - al principio sólo como destellos durante períodos de intensa aspiración, o cuando actúa en servicio a la humanidad. A su debido momento el aspirante encontrará, sin embargo, que tal contacto con el alma se facilita con la abstracción de la mente de las distracciones producidas por los contactos sensoriales, emocionales y mentales; él descubrirá que esta abstracción puede ponerse en práctica más efectivamente por medio de técnicas apropiadas de meditación, que conducen al despertar de la conciencia abstracta.

El problema de alinear los diferentes cuerpos equivale realmente a incrementar las vibraciones de los vehículos inferiores hasta las del alma. Esto puede conseguirse a través de la purificación de las reacciones que surgen de los planos inferiores, y dominando los deseos y emociones. Esto supone una lucha continua con la naturaleza inferior, pero el esfuerzo persistente seguro prevalecerá. Cuando se ha alcanzado una vibración recíproca, las ideas abstractas comenzarán a filtrarse a la mente inferior con más frecuencia, y esto irá seguido finalmente de destellos de iluminación e intuición real del alma.

Como norma este proceso de alineamiento no se alcanza en una sola encarnación sino a lo largo de muchas vidas de constante esfuerzo antes de que el cuerpo emocional esté suficientemente apaciguado, y un cuerpo mental sea construido con un equilibrio adecuado, que puede actuar como un filtro apropiado, y no como un impedimento al flujo de inspiración.

El alineamiento no debe, sin embargo, considerarse limitado a coordinar las funciones del alma y la personalidad. El alineamiento también conllevará el contacto con los planos espirituales y finalmente con la Mónada, iniciando así al discípulo a niveles cada vez más elevados de conciencia, revelación, inspiración y servicio.

Los diversos procesos de alineamiento forman parte de las etapas tempranas de construcción del "Puente de Luz" que finalmente unirá la brecha entre la Mónada y los cuerpos materiales. Este tema, sin embargo, será tratado en otro artículo.

Existe una estrecha relación entre el desenvolvimiento del alma y la así llamada 'iniciación'. La iniciación es meramente una forma simbólica de indicar los avances que el hombre alcanza durante su laborioso progreso en el sendero de la expansión de conciencia; es un indicativo de cuánto el hombre espiritual se ha hecho consciente de sí mismo como alma, con sus poderes, relaciones y objetivos.

La etapa de 'individualización' cuando el hombre pasó del reino animal al humano y se hizo consciente de sí mismo, puede bien considerarse como su primera iniciación en la conciencia. A esta etapa de realización del ser le siguen eones de evolución gradual, pero con el énfasis puesto en el yo y en la satisfacción de las necesidades físicas personales. Finalmente esta forma de vida alcanzará su cima, llevando a una crisis y a una nueva realización, cuando el hombre repentinamente se vuelve consciente de la dualidad de su

existencia, y de la presencia de su Yo interior. Esto a veces se conoce como 'el nacimiento del principio Crístico en el corazón', y es la indicación de la iniciación en la vida espiritual. Relativamente pocas personas son aún conscientes del alma, o de que han pasado en lo que en términos esotéricos se conoce como la Primera Iniciación en el sendero de evolución espiritual. Desde ese momento se hará patente un cambio del foco de vida: el interés propio del pasado irá disminuyendo y será reemplazado cada vez más por un interés creciente tanto en el mundo espiritual como en las necesidades de su prójimo.

El intervalo entre la Primera y la Segunda Iniciación puede alargarse durante varias encarnaciones. Durante este largo período habrá un lento pero constante, aunque normalmente inconsciente, crecimiento de conciencia despierta de alma, que comenzará a expresarse como un revelado altruismo, demostrado en sus muchas facetas de expresión. Este período puente está también marcado por el aumento de control sobre las emociones y deseos, y la realización de que las cualidades de amor espiritual, belleza, buena voluntad, verdad y servicio son de un valor más duradero que los momentos de satisfacción de las emociones al perseguir el placer y satisfacer los muchos deseos de la carne.

Mientras tanto la influencia del alma en sus tres instrumentos de experiencia aumenta con la atención ahora enfocada en el desenvolvimiento mental. Esto finalmente conduce al siguiente hito del sendero de la expansión de conciencia - la Tercera Iniciación o 'Transfiguración'. En esta iniciación el alma toma todo el control sobre la personalidad, asumiendo las funciones de la mente inferior que hasta entonces había sido la fuerza gobernante. La personalidad entera es inundada por la luz del alma, y de aquí en adelante la Mónada también comienza a tener un interés activo al ejercer una orientación más directa al alma. Este interés de la Mónada crece hasta que llega a tales proporciones que totalmente y directamente controla la personalidad, sustituyendo así las funciones del alma.

Después, se llega a la fase de la Cuarta Iniciación; esta es conocida como 'la Gran Renunciación' y se caracteriza por el reconocimiento de que el alma, la fuerza que hasta ese momento había inspirado y conducido al ser humano en su sendero de evolución espiritual, se ha hecho superflua, y es abandonada y absorbida dentro de la Mónada. ¡El Hijo ha completado Su trabajo, y se ha convertido en uno con el Padre! En lo sucesivo habrá un contacto directo entre espíritu y materia, y la personalidad perderá su individualidad, convirtiéndose sencillamente en un instrumento de servicio en manos de la Mónada, y ya no dando señales de ninguna inclinación o deseos personales.

Sinónimos del Hilo de Vida son: el Hilo de Plata; el Sutratma.

Cuando consideramos la constitución del hombre, se deben tener en cuenta dos manifestaciones diferentes:

Primero, todos los átomos, que en sus miríadas componen toda forma y órgano, consistentes de energía primordial o 'vida'. Esto se puede llamar 'vida atómica'.

Segundo, existe el 'hilo de vida' representando la vida del alma, con su fuente en la Mónada. Esta 'vida egoica' impregna el cuerpo entero, sirviendo de factor integrador dentro de la forma. Cuando este hilo de vida o 'hilo de plata' se retrae o rompe, el cuerpo muere y se desintegra en sus componentes atómicos, en donde se retiene la vida atómica.

En la trinidad, Espíritu-Alma-Materia, el alma representa el campo de encuentro entre los dos polos exteriores, y la Vida es el factor común y unificador, impregnando y sintetizando todo el sistema.

El 'hilo de vida' por tanto une y vivifica todas las formas en un todo funcional, encarnando la voluntad y el propósito de la entidad interna, tanto planta, hombre o Deidad. Es la corriente de energía difundida por toda la forma, del centro a la periferia, y simultáneamente formando el eslabón de unión entre la fuente espiritual y su expresión externa. Proporciona la fuente fundamental de todo desenvolvimiento evolutivo.

En el hombre este 'hilo' representa el camino de la energía de vida fluyendo desde la Mónada a través del alma hasta la personalidad, transmitiendo esta energía hasta su punto de anclaje en el corazón. Desde el

corazón como su punto focal, la energía de vida se impregna en todo el cuerpo físico a través del flujo sanguíneo, y por esta razón la sangre es frecuentemente representada como un símbolo de Vida.

Se debe realizar una clara distinción entre el 'Hilo de Vida', anclado en el corazón, y el 'Hilo de Conciencia' o 'Puente de Luz' centrado en la cabeza.

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Aart Jurriaanse (1907-2002) era sudafricano y dedicó su vida a estudiar las Enseñanzas de la Sabiduría Antigua y a transmitirlas a todos. Además de producir recopilaciones de los libros de Alice Bailey (“Ponder on This”, “Serving Humanity”), él mismo escribió ocho libros, entre ellos su obra maestra „Bridges“ y „All is Relative“. Todas sus obras han demostrado ser herramientas invaluables para los buscadores de hoy. 

martes, 11 de mayo de 2021

EL KARMA - LA LEY DE CAUSA Y EFECTO - (V)

 


 Esta entrada es la continuación de EL KARMA - LA LEY DE CAUSA Y EFE    CTO - (IV) [DEFINICIONES]

Continuamos con el recopilatorio sobre el tema del Karma que el Maestro Tibetano nos ofrece en sus libros.

Como de costumbre los extractos del Maestro Tibetano sobre este tema los tendréis a vuestra disposición en formato pdf en la última publicación sobre el tema.

En esta y en alguna publicación futura, el recopilatorio sobre el karma, coincide con el libro sobre el "Tratado de Fuego Cósmico". Es un libro muy difícil de comprender y el contenido del mismo va dirigido casi exclusivamente a discípulos e iniciados (aunque esta circunstancia no impide que pueda ser estudiado por cualquier persona que desee aprender del mismo por poco que sea). Por consiguiente, que nadie se desanime si la captación de lo que se comenta es poca o nula, pero debido a que se trata de un recopilatorio basado en todos los libros del Tibetano, sea su lectura difícil o no, debe incluirse en el mismo.

Dani

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TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO (1925)

“El karma (*) de la materia es un tema muy abstruso y hasta ahora sólo se han hecho sugerencias al respecto. No obstante, se halla indisolublemente mezclado con el karma del individuo. Implica controlar la evolución de la esencia monádica, la esencia elemental, y de la materia atómica del plano; concierne al desarrollo de las cuatro espirillas, a su actividad y adherencia a las formas cuando son atómicas, y al desarrollo del fuego interno latente y su gradual acrecentamiento ígneo, hasta que se repite dentro del átomo lo que sucede en el cuerpo causal: la destrucción de la periferia del átomo por el fuego. Trata del empleo de la materia para la construcción de formas, mediante la interacción de dos Rayos, el Divino y el Primordial, produciendo así el fuego por fricción que tiende a la vida y a la fusión.

El tema del karma de la forma es también muy vasto, demasiado complicado para la comprensión común, pero es un factor de gran importancia que no debe pasarse por alto, en relación con la evolución de un mundo, de una síntesis de mundos o de un sistema, al ser contemplados desde niveles más elevados. En su totalidad constituye el resultado de la acción emprendida por Esencias y Entidades cósmicas en sistemas solares anteriores, desarrollándose por medio de los átomos individuales y los conglomerados de átomos denominados formas. Por lo tanto, el efecto del Rayo de la Personalidad sobre los fuegos internos es, en realidad, resultado de la influencia del Logos planetario de cualquier rayo implicado, a medida que agota la parte de karma que le corresponde en un ciclo dado, grande o pequeño. De esta manera produce y, con el tiempo, transmuta los efectos de causas que Él inició anteriormente en relación con Sus seis Hermanos, los otros Logos planetarios. Tenemos un paralelo ilustrativo en el efecto que un individuo produce sobre otro en los contactos mundanos, al moldear e influenciar, estimular o demorar. Debe recordarse que toda influencia y efecto fundamentales se sienten en el plano astral y desde allí actúan por intermedio del etérico hasta el físico denso, sometiendo así a la materia bajo su esfera de influencia, la cual no se origina en el plano físico.”

(*) “Desde el punto de vista que he adoptado respecto al Karma, observarán que ningún plano, aun el nirvánico, por más elevada que sea la espiritualidad, se halla fuera de la rueda kármica; cuando se dice en los escritos sánscritos, incluso en el Bhagavad Gita, que los hombres cruzan el océano kármico, debe aceptarse, pero con cierta reserva. Los entes que ya han conseguido salir de la rueda kármica lo han hecho únicamente sí se la considera como la rueda que gira ahora. El cosmos no sigue el mismo curso todos los días de Brahma, sino que pasa a estados cada vez más elevados al cumplir su misión. Quienes han logrado un descanso al poseer un estado de espiritualidad no alcanzado hasta ahora, se encontrarán algún día dentro del radio de acción de la rueda, recibiendo quizás un castigo por el incumplimiento de los grandes deberes durante largas épocas. Some Thoughts on the Gita, pág. 40.” (47)

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“El sistema solar concebido como un vasto mecanismo, con sus partes delicadamente ajustadas en sus más mínimos detalles, es sólo la expresión física de Vishnu, o la sustancia etérica fundamental, tal como entendemos el término en la actualidad. La armonía que se observa en el cosmos manifestado es el resultado de la actividad armoniosa de las energías que dan al éter la expresión que conocemos. Los planetas, los mundos, los seres humanos, etc., son sólo partes de su cuerpo, funcionando cada una subordinada a la ley que rige al todo. La evolución, preservación y destrucción del mundo constituyen, por lo tanto, un vasto proceso denominado Yagna, que tiene lugar en el cuerpo de Yagna Purusha, o el cuerpo físico de la naturaleza. Considerada colectivamente, la humanidad es el corazón y el cerebro de Purusha y, por lo tanto, todo el Karma físico, mental y espiritual generado por la humanidad determina principalmente el carácter del proceso yágnico.” (48)

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“El hombre y los devas actúan en cada planeta como intermediarios o agentes transmisores. Donde ellos no habitan resulta imposible realizar ciertas actividades, sobreviniendo la desintegración. La razón de ese retiro se halla en la Ley cósmica de Causa y Efecto o karma cósmico, y en la historia conjunta, aunque individual, de uno de los Hombres celestiales cuyo cuerpo fue, en un momento determinado, la Luna o cualquier otro planeta.” (49)

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“Observaremos aquí un hecho interesante, aunque sea un misterio insoluble para la mayoría; las destrucciones producidas por el fuego son parte de las pruebas de fuego de una iniciación de ese Hombre celestial cuyo karma está ligado al de nuestra tierra.

La destrucción de una parte de la trama hace más fácil la salida; en realidad (visto desde los planos superiores) es un paso adelante y una expansión. Su repetición se efectúa en el sistema, en ciclos determinados.” (50)

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“Según ya se ha dicho aquí y en los libros de H. P. B, el “círculo no se pasa” (*) es la barrera que actúa corno separadora o línea divisoria entre un sistema y lo que se halla fuera del mismo. Como se comprenderá tiene interesantes correlaciones, si consideramos el tema (como corresponde) desde el punto de vista del ser humano, de un planeta y de un sistema, recordando siempre que al estudiar el cuerpo etérico tratamos con materia física, lo cual no debe olvidarse nunca. Por lo tanto, en todo grupo y conglomerado se hallará un factor dominante, debido al hecho de que el “círculo no se pasa” actúa como un obstáculo para aquello que es de poca importancia en la evolución, pero no constituye una barrera para lo que es de importancia en la misma. Todo depende de dos cosas: del karma, ya sea el del hombre, del Logos planetario o del Logos solar, y del dominio que ejerce la entidad espiritual interna sobre su vehículo.”

(*) El “Círculo no se pasa”. Circunferencia de la esfera de influencia correspondiente a todo centro de vida positiva. Incluye la esfera de fuego del trabajo magnético que realiza el orbe solar, considerado como cuerpo de manifestación de un Logos solar, incluso de todo un sistema solar. Este término se aplica también a la esfera de actividad de un Logos planetario o a un esquema planetario, y el mismo podría aplicarse a la esfera de actividad de un ser humano. D. S. II, 35-36. (51)

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“1. El Logos Planetario y los Éteres.

El hombre, el pensador interno, sale, durante el reposo, de su “círculo no se pasa” etérico y actúa en otra parte. Por lo tanto, de acuerdo a la ley, el Logos planetario puede igualmente salir de Su “círculo no se pasa” en épocas determinadas, que corresponderían a la hora de reposo del hombre o al pralaya en el planeta.

El Logos solar hace lo mismo durante ciclos determinados, los cuales no son los que preceden a lo que denominamos pralaya solar, sino períodos menores que preceden a los “días de Brahma” o ciclos de actividad menor. Dichos ciclos están regidos por el karma. Así como el verdadero hombre aplica la ley del karma a sus vehículos, y en su diminuto sistema es la analogía del cuarto grupo de entidades kármicas que denominamos los Señores Lipikas. Aquél aplica la ley a su triple naturaleza inferior. El cuarto grupo de Entidades extracósmicas, quienes ocupan un lugar secundario respecto a los tres Logos cósmicos, la triple suma total de la naturaleza logoica, puede salir de los límites de Su “círculo no se pasa” solar en determinados ciclos. Este es un profundo misterio cuya complejidad aumenta si tenemos presente que la cuarta Jerarquía creadora de Mónadas humanas y los Señores Lipikas en Sus tres grupos (el primero y el segundo grupo y los cuatro Maharajáes, constituyendo la totalidad de los triples regentes kármicos, se hallan entre el Logos solar y los siete Logos planetarios) están más íntimamente vinculados, y sus destinos más estrechamente entrelazados que las demás Jerarquías.

Otro eslabón de esta cadena a ser considerado, reside en el hecho de que los cuatro rayos de la mente (que conciernen al karma del cuarto Logos planetario) tienen conjuntamente a su cargo el actual proceso evolutivo del Hombre, considerado como el Pensador. Estos cuatro, con los cuatro regentes kármicos, trabajan en íntima colaboración. En consecuencia tenemos los siguientes grupos que actúan recíprocamente:

Primero. Los cuatro Maharajáes, o Señores Lipikas menores,(*) aplican el karma pasado y lo agotan en el presente.

Segundo. Los cuatro Lipikas del segundo grupo, según H. P. B., se ocupan de aplicar el karma futuro y manipular el destino futuro de las razas. La tarea del primer grupo de cuatro Lipikas cósmicos es oculta y sólo puede ser revelada parcialmente (y aún así en forma muy superficial) en la cuarta Iniciación, por lo tanto, no nos ocuparemos de ello.

Tercero. La cuarta Jerarquía creadora de Mónadas humanas regida por una cuádruple ley kármica bajo la guía de los Lipikas.

Cuarto. Los cuatro Logos planetarios (**) de Armonía, Conocimiento, Pensamiento Abstracto y Ceremonial, constituyen conjuntamente el Cuaternario de manas o mente, mientras se hallan en proceso de evolución, e influencian a todos los hijos de los hombres.

Quinto. Los Señores de los Devas de los cuatro planos, el búdico o plano de la intuición espiritual, manas o el plano mental, el plano del deseo y el físico, se hallan similarmente vinculados a la evolución humana, en sentido más intimo que los tres superiores.”

(*) Los Cuatro Señores Lipikas se hallan entre el primero y segundo planos. D. S. I, 169.

a. Pueden salir del “círculo no se pasa”. D. S. I, 170.

b. Están vinculados al karma. D. S. I, 167.

c. Se ocupan del futuro. D. S . I, 165.

d. Constituyen tres grupos D. S. I, 167

e. Son los espíritus del Universo. D. S. I, 165

(**) Los cuatro rayos de la mente son los cuatro Rayos menores que forman el cuaternario logoico y se sintetizan oportunamente, en un quinto Rayo, el tercer Rayo mayor de inteligencia activa o de adaptabilidad. Los nombres de los rayos son los siguientes :

Los tres Rayos mayores

1. El Rayo de Voluntad o Poder

2. El Rayo de Amor o Sabiduría

3. El Rayo de Inteligencia Activa

Los cuatro rayos menores

4. El Rayo de Belleza, Armonía, Arte o Ritmo

5. El Rayo de Conocimiento Concreto.

6. El Rayo de Idealismo Abstracto

7. El Rayo de Orden Ceremonial u Organización. (52)


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(47) Primera Parte. Fuego por Fricción. Fuego de la Materia. Sección B. El Rayo de la Personalidad y el Fuego por Fricción. III. El Rayo de la Personalidad y la Ley del Karma (pág. 88)

(48) Primera Parte. Fuego por Fricción. Fuego de la Materia. Sección C. El Cuerpo Etérico y el Prana. I. La Naturaleza del Cuerpo Eterico. 2. Ocho Enunciados. (Nota. 32)

(49) Primera Parte. Fuego por Fricción. Fuego de la Materia. Sección C. El Cuerpo Etérico y el Prana. II. La Naturaleza del Prana. 3. Prana Planetario. (pág. 102)

(50) Primera Parte. Fuego por Fricción. Fuego de la Materia. Sección C. El Cuerpo Etérico y el Prana. La Función del Cuerpo Etérico. 3. Transmisor de Prana. (pág. 110)

(51) Primera Parte. Fuego por Fricción. Fuego de la Materia. Sección C. El Cuerpo Etérico y el Prana. II. La Naturaleza del Prana. 4. Desórdenes del Cuerpo Etérico. (pág. 115)

(52) Primera Parte. Fuego por Fricción. Fuego de la Materia. Sección C. El Cuerpo Etérico y el Prana. IV. Éteres Macrocósmicos y Microcósmicos. 1. El Logos Planetario y los Éteres. (pág. 116)


(CONTINUARÁ)