lunes, 26 de octubre de 2020

EL SILENCIO (III)

Esta entrada es la continuación de El Silencio (II)

En esta y posteriores publicaciones vamos a tratar el tema del silencio.

Es un tema que probablemente despierte curiosidad en las personas interesadas en la espiritualidad, dado que se habla mucho sobre ello pero probablemente no se entienda el por qué de la importancia del mismo y del correcto empleo de la palabra en su momento oportuno, aspectos estos que cualquier persona que desee introducirse en el sendero espiritual debe conocer, desarrollar y practicar.

Con estas recopilaciones de fragmentos extraídos de las enseñanzas del Maestro Tibetano, quizá podamos añadir algo de luz al complejo tema, dado que en un mundo de sonidos, puede parecer extraño la importancia del silencio.

Como es habitual, en la última entrada que publique podréis (si lo deseáis) descargaros en formato pdf. el recopilatorio entero sobre el tema.

Dani

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“Cuando un hombre comprende el significado del lenguaje, aprende cómo hablar, cuándo hablar, qué logra con hablar y qué sucede cuando habla, entonces está muy cerca de su objetivo. La persona que controla correctamente sus palabras es la que hará mayor progreso. Esto siempre lo han comprendido quienes dirigen los movimientos ocultistas. Esa orden tan esotérica de Pitágoras en Crotona y muchas otras escuelas ocultistas de Europa y Asia, poseían una regla por la que no se permitía a ningún neófito y probacionista hablar durante dos años después de su ingreso, y cuando habían aprendido a guardar silencio durante ese período, les era concedido el derecho de hablar, puesto que ya habían aprendido una reticencia específica.” (12)

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 “La manifestación objetiva se produce porque “las cosas son aquello que el Verbo crea cuando las nombra”. El lenguaje es literalmente una gran fuerza mágica, y los adeptos o magos blancos, por medio del conocimiento de las fuerzas y del poder del silencio y del lenguaje, pueden producir efectos en el plano físico. Como bien sabemos existe una rama del trabajo mágico que consiste en aplicar este conocimiento como Palabras de Poder y esos mántram y fórmulas que ponen en movimiento las energías ocultas de la naturaleza y llaman a los devas a realizar su trabajo.

 Las palabras constituyen una de las llaves que abren las puertas de comunicación entre los hombres y los seres más sutiles. Dan la clave para descubrir a esas entidades con las cuales se entra en contacto en el más allá. Pero sólo quien ha aprendido a guardar silencio y conoce el momento propicio en que debe hablar, puede atravesar el velo y establecer ciertos contactos esotéricos En La Doctrina Secreta se dice: la magia consiste en dirigirse a los Dioses en Su propio lenguaje, por lo tanto, el lenguaje del hombre común no puede llegar hasta ellos.” (13)

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 “…La quietud de la mente depende de la ley del ritmo. Si vibramos en muchas direcciones y registramos los pensamientos que vienen de todas partes, esta ley no los afectará. Se debe restablecer la estabilidad y el aplomo antes de lograr el equilibrio. La ley de vibración y el estudio de la sustancia atómica están estrechamente entrelazados. Cuando se tenga un mayor conocimiento sobre estos átomos y su acción, reacción e interacción, las personas podrán controlar sus cuerpos científicamente, sincronizando las leyes de la vibración y del ritmo. Son las mismas, aunque no iguales, y constituyen fases de la ley de gravedad. La tierra es una entidad que, por la fuerza de la voluntad, retiene todas las cosas en sí misma. Esta cuestión es muy confusa y poco se conoce sobre ella. La inhalación y la exhalación de la entidad de la tierra afectan poderosamente a la vibración -la vibración de la materia en el plano físico. Existe una conexión en-tre esto y la Luna. Esos miembros de la humanidad que se hallan especialmente bajo la influencia lunar, responden más que otros a esta atracción, y resulta difícil utilizarlos como transmisores. Debe cultivarse el silencio que proviene de la calma interna. Se recomienda a los aspirantes recordar que llegará el momento en que también ellos formarán parte del grupo de instructores en el aspecto interno del más allá. Si para entonces aún no han comprendido el silencio que proviene de la fortaleza y del conocimiento, ¿cómo podrán soportar la carencia de comunicación y descubrir lo que existe entre ellos y quienes están "en el aspecto externo"? Por lo tanto aprendan a guardar silencio, de lo contrario la utilidad a prestar será menoscabada por la inquietud astral cuando pasen al más allá.” (14)

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 “Los hombres amortiguan la voz interna que atestigua la vida del más allá, y ahogan las palabras que resuenan en el silencio, por el bullicio y el torbellino de los negocios, los placeres y las excitaciones.” (15)

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 “Una lección que todos los aspirantes necesitan aprender, y aprenderla desde el principio, es que la concentración en la personalidad del Instructor, esperando hacer contacto personal con él, y la constante visualización de esa condición llamada estado de "chela aceptado” sólo sirven para postergar el contacto y demorar ser aceptado. Procuren preparar su instrumento, aprender a actuar en silencio, cumplir con sus obligaciones y deberes, refrenar las expresiones verbales y desarrollar ese sereno aplomo que proviene de una vida altruista; olvídense de esa egoísta satisfacción que puede surgir en el corazón, cuando la Jerarquía observadora reconoce la fidelidad del aspirante.” (16)

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"Sólo a medida que se reduzca el caudal de palabras habladas y se cultive el silencio, se sentirá el poder de la Palabra en el plano físico. Únicamente cuando las innumerables voces de la naturaleza inferior y de nuestro medio ambiente sean silenciadas, se sentirá la presencia de la "Voz que habla en el silencio". Sólo cuando se desvanezca el ruido de muchas aguas en el reajuste de las emociones, se oirá la clara nota del Dios de las aguas.”(17)

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(12) Tratado sobre Fuego Cósmico, pág. 771

(13) pág. 773

(14)Tratado sobre Magia Blanca, pág. 60

(15) pág. 72

(16) pág. 103

(17) pág. 112

 

(CONTINUACIÓN)

martes, 13 de octubre de 2020

EL SILENCIO (II)



Esta entrada es la continuación de El Silencio (I)

En esta y posteriores publicaciones vamos a tratar el tema del silencio.

Es un tema que probablemente despierte curiosidad en las personas interesadas en la espiritualidad, dado que se habla mucho sobre ello pero probablemente no se entienda el por qué de la importancia del mismo y del correcto empleo de la palabra en su momento oportuno, aspectos estos que cualquier persona que desee introducirse en el sendero espiritual debe conocer, desarrollar y practicar.

Con estas recopilaciones de fragmentos extraídos de las enseñanzas del Maestro Tibetano, quizá podamos añadir algo de luz al complejo tema, dado que en un mundo de sonidos, puede parecer extraño la importancia del silencio.

Como es habitual, en la última entrada que se publique podréis (si lo deseáis) descargaros en formato pdf. el recopilatorio entero sobre el tema.

Dani

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“Una de las cosas a lograr en la meditación cuando se la practica con regularidad y de acuerdo a una correcta instrucción, es la trasferencia de la conciencia, del yo inferior al Yo superior. Esto lleva en sí la capacidad de ver en los niveles causales, conocer intuitivamente hechos en la vida de otros, prever acontecimientos y ocurrencias y conocer el valor relativo de una personalidad. Esto sólo puede permitírsele al estudiante cuando es capaz de guardar silencio y es altruista y constante. ¿Quién responde hoy a estos requisitos?” (6)

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 “Todo entrenamiento ocultista tiene esto en vista: dar al estudiante algún pensamiento simiente que (si reflexiona sobre él en el propio silencio del corazón) dará valiosos frutos y el estudiante podrá, sin escrúpulos, considerarlos como propios. Lo que logramos por la lucha y duro esfuerzo es siempre nuestro y no cae en el olvido, como las ideas que entran por los ojos, procedentes de la página impresa, o lo que oímos de labios de un Instructor, no importa cuán digno sea de nuestra Veneración.” (7)

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 “Muchas personas inconscientemente hacen contacto con su alma y temporariamente tienen destellos de conciencia egoica; pero cuando el discípulo puede elevarse conscientemente, intensificar deliberadamente su vibración y transferir su polarización al cuerpo egoico, aunque sólo sea por un breve momento, puede saber entonces que vibra al ritmo del Maestro de su grupo. Ha establecido contacto. Puede ser que al principio no recuerde, en su cerebro físico, los detalles de dicho contacto; quizás no se dé cuenta de la apariencia del Maestro ni de las palabras que salieron de Sus labios, pero habiéndose ajustado conscientemente a la regla y penetrado en el silencio de los lugares elevados, la ley siempre se cumple y, por lo tanto, hizo contacto. Algunos discípulos conocen íntimamente a su Maestro en los planos internas y trabajan bajo Su dirección, pero pasan muchas vidas antes de que comprendan la ley y puedan construir deliberadamente, el canal de acceso, gracias al poder desarrollado en la meditación.” (8)

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 “La base de todo crecimiento oculto es la meditación, o los periodos de gestación silenciosa, durante los cuales el alma se expande en el silencio. ...” (9)

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“…Al entrenar el cuerpo mental el aspirante trata, por lo tanto, de adquirir el conocimiento en forma ordenada, acumular lo que le hace falta, captar progresivamente las facultades mentales innatas acumuladas en vidas anteriores y, finalmente, estabilizar la mente inferior, así la superior podrá controlar y la facultad creadora del pensamiento proyectarse a través de la quietud. Del Silencio del Absoluto fue proyectado el Universo.” (10)

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 “El servidor inteligente, después de la acción, no se preocupa de lo que dicen sus compañeros servidores, con tal que sus superiores (sean individuos encarnados, o los Grandes Seres mismos) estén satisfechos o guarden silencio; despreocupándose por el resultado inesperado si lealmente hizo lo mejor que sabía; tampoco le interesa el reproche ni la desaprobación mientras su yo interno permanece sereno y su conciencia no lo acusa; no se preocupa si pierde amigos, parientes, hijos, la popularidad de que antes disfrutaba o la aprobación de los colaboradores que lo rodean, con tal de no perder el sentido interno de contacto con Quienes guían y dirigen; no se queja si aparentemente trabaja en tinieblas y si es consciente del poco resultado de su trabajo, con tal que la luz interna se intensifique y su conciencia no tenga nada que reprocharle.” (11)

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(6) Cartas sobre Meditación Ocultista, pág. 75

(7) pág. 93

(8) pág. 215

(9) pág. 237

(10) pág. 251

(11) pág. 252

 

(CONTINUACIÓN)