Este artículo es la continuación de El Dolor y el Sufrimiento (XLI)
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Como en otras ocasiones, para
realizar este estudio he intentado hacer una recopilación exhaustiva de
extractos de todos los libros del Maestro y de Alice A. Bailey (25) que
tratan sobre estos temas, aunque dada la extensión de toda la obra del
Tibetano, podría ser que faltase algún fragmento.
Cada fragmento viene precedido por el título del libro,
capítulo y/o sección de donde procede el texto, por si se desea ampliar la
información mas allá de lo relacionado estrictamente con el tema.
Las
conclusiones (cuando las haya) son
personales, por tanto, como tales no tiene porque estarse de acuerdo con
las mismas. Son reflexiones e interpretaciones propias de los extractos
del Tibetano.
En
la última entrada que se publique sobre el tema, si lo deseáis, podréis
descargaros la recopilación completa en un documento en formato pdf.
Espero que la lectura de estos artículos (que iré publicando
progresivamente al ser demasiado extensa toda la recopilación) pueda seros de utilidad.
Dani
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Tratado de los Siete Rayos. Vol. 5 - Los Rayos y las Iniciaciones (1960)
“La guerra ha producido mucho bien -a despecho de la destrucción de
formas. Las causas de la guerra son mejor comprendidas; las cuestiones
involucradas están siendo lentamente aclaradas; la información sobre todas las
naciones -aunque incorrectamente presentada- ha despertado al género humano a
la realidad de Un Mundo; la mancomunidad en el dolor, sufrimiento, ansiedad,
hambre y desesperación, ha unido más estrechamente a los hombres, y esta
relación ha gestado más armonía de la que comprende el hombre; el mundo está
hoy más que nunca estrechamente ligado en forma subjetiva (a despecho de todas
las separaciones y conflictos externos) en la historia humana; hay una
determinación más firme para establecer rectas relaciones humanas y una
percepción más clara de los factores involucrados; el nuevo Principio de
Participación, inherente al segundo Rayo de Amor-Sabiduría, vinculado tan
fundamentalmente con las relaciones, está ganando terreno, y su potencia es
liberada por la actividad del cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto.
Este Principio de Participación, aunque divorciado de cualquier aprobación
oficial, está en consideración, y algún día será el factor que regirá la vida
económica del mundo, regulada y controlada por esos hombres que están alertas a
la necesidad humana en el plano físico.” (441)
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“Sería conveniente que su imaginación espiritual mire hacia el futuro y
luego visualizar -si pueden- el verdadero significado de la grandiosa actividad
de la Jerarquía. Uno de los signos de la llegada de esta nueva luz y afluencia
de energía es definidamente curioso y se lo descubre en la inestabilidad del
mecanismo mental humano y en los actuales procesos pensantes que han respondido
prematuramente a la nueva potencia entrante. Es una reacción masiva y, por lo
tanto, los informes estadísticos son algo engañosos. Quienes no están
preparados reaccionan así, lo cual no implica alusión alguna para los que están
en esas condiciones (y pertenecen a todas las clases y naciones). La Ley del
Renacimiento se encargará de esta reacción y, en la próxima encarnación, estas
mismas personas tendrán un cuerpo físico mejor equipado. En realidad, esta
energía de Shamballa en su tercero y destructivo aspecto, está actuando sobre
ciertos miembros de la familia humana y evocando desgraciadamente una rápida
respuesta. Lo expongo para alentarlos; la destrucción evoca siempre la duda en
las mentes sintonizadas con el bienestar humano y en esos pensadores que
sienten aprensión por los sufrimientos que padecen sus semejantes.
Una de las cosas más difíciles de ser comprendidas e interpretadas por
el hombre común reflexivo, son los procesos destructivos de lo que él (a falta
de mejor término) llama "la voluntad de Dios". Éste es uno de los
resultados (y sólo uno) de una civilización puramente materialista, que ha
puesto todo su énfasis sobre la experiencia del aspecto forma y considera al
bienestar físico y la comodidad física, más las posesiones materiales, como la
verdadera meta de todo esfuerzo humano. Sobre estas ampliamente difundidas
actitud y reacción, se concentrará la nueva y entrante luz; a medida que la luz
revela la realidad, el mundo de los fenómenos y el mundo de los valores
espirituales entrarán en una directa y mejor relación.” (442)
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“En esta Iniciación de la Decisión (*) el Maestro implicado decide por
lo general, cuál de los siete Senderos piensa hollar; algunos Maestros eligen
quedarse hasta el fin de nuestra Vida planetaria, en cuyo momento el
"último cansado peregrino habrá encontrado su camino al hogar";
entonces la Tierra podrá ser preparada para una nueva Humanidad. Cuando esto
suceda, nuestro planeta no será ya conocido como el planeta del infortunio y
del dolor, sino que lo caracterizará la tranquilidad y un aura de potente
calma, donde la voluntad de Dios (a demostrarse en el siguiente sistema solar)
estará enfocada; esto -en forma misteriosa- permitirá al Logos solar, no al
Logos planetario, traer a la expresión el primer gran aspecto divino de
Voluntad o Poder en todo el sistema solar. Por lo tanto, en vez de la
afirmación "Dios es Amor", que define nuestro sistema solar actual,
tendremos una expresión dinámica de la voluntad al bien -energía que habrá sido
generada hasta cierta medida en la Tierra. Ésta es la recompensa que cosechará
la actual humanidad terrena, siendo la consumación de la tarea preordenada de
nuestro Logos planetario. Cuando vino a la encarnación (por intermedio de
nuestro pequeño planeta) decidió ayudar al trabajo del Logos solar en la
expresión del aspecto voluntad de la divinidad.
Sería más sencillo decir que se intentará llevar a cabo el experimento
de manifestar el primer aspecto divino, por intermedio de la forma y de una
humanidad que tiene tras ella la experiencia de cinco iniciaciones (y está, por
lo tanto, expresando amor inteligente). Esta información induce necesariamente a
error, pero encierra una verdad y la historia inconclusa de la expresión
solar.” (443)
(*) La Sexta
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“La primera iniciación marca el principio de una vida y un modo de
vivir totalmente nuevos y señala el comienzo de una nueva forma de pensar y de
percepción consciente. La vida de la personalidad en los tres mundos ha nutrido
durante eones el germen de esta nueva vida y ha fomentado la diminuta chispa de
luz dentro de la relativa oscuridad de la naturaleza inferior. Este proceso
está llegando ahora a su fin, aunque en esta etapa no será interrumpido
totalmente porque el "nuevo hombre" tiene que aprender a caminar,
hablar y crear; sin embargo, la conciencia se enfoca ya en otra parte. Esto
conduce a mucho dolor y sufrimiento, hasta tomar el iniciado la decisión
definitiva, acordar una nueva dedicación al servicio y estar preparado para
recibir la iniciación del Bautismo.” (444)
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“Segunda Iniciación. El Bautismo en el Jordán.
La iniciación que vamos a estudiar es quizás una de las más importantes,
porque concierne a ese aspecto de la personalidad que presenta mayor dificultad
para todos: el cuerpo emocional o astral. Actualmente, la masa humana es
arrastrada por las emociones y por una respuesta sensoria a las circunstancias;
no es impelida generalmente por una reacción inteligente a la vida, tal como
es. La reacción normal y generalmente violenta sirve sólo para aumentar la
confusión y las correspondientes dificultades, produciendo vórtices de energía,
espejismo e ilusión incontrolados. Aunque al mismo tiempo pueda producir un
aspecto salvador en algunos casos, la violencia de la prueba astral y la
potencia de la tentación astral (como podría bien llamársela), conducen a una
esfera de sufrimiento grandemente acrecentada. A esto puede agregarse la
inclinación materialista de la mayor parte de las soluciones presentadas,
atrayendo la fuerza del maya mundial y complicando grandemente el problema.”
(445)
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“La segunda iniciación -tal como
se lleva a cabo ahora- es hasta cierto punto una de las más difíciles.
Involucra la purificación, pero la purificación por el fuego, simbólicamente
comprendido. La oculta "aplicación del fuego al agua" produce
resultados muy serios y devastadores. El agua, bajo la acción del fuego, "es
reducida a vapor, siendo el iniciado sumergido en las nieblas y las miasmas,
los espejismos y las brumas". El iniciado debe salir de esta niebla y
espejismos, y de las actuales brumas de los asuntos humanos saldrá también
eventualmente la humanidad. El éxito del iniciado individual es la garantía del
destino racial. Las complicaciones que produce la conjunción del agua y el
fuego en esta época aria, son mucho mayores que las producidas totalmente por
el agua en la época atlante; la era actual es kama-manásica (deseo-mente) y no
simplemente kámica o estrictamente astral. Por lo tanto, recuerden cuando leen
estas palabras que hablo simbólicamente. Hoy el fuego de la mente debe
considerarse en conjunción con el agua del deseo, de allí la mayoría de los
problemas de la humanidad. Por esa causa la segunda iniciación es una de las
más difíciles por las que el discípulo moderno debe pasar.
Sin embargo, el resultado del proceso iniciático moderno es de un orden
muy superior. Esta afirmación tiene relación con el evidente hecho de que la
Jerarquía y su personal, que está en proceso de reunirse, será de un orden
superior al anteriormente responsable de guiar a la humanidad. Una humanidad
más avanzada exige una Jerarquía y una supervisión jerárquica también más
avanzadas; esto siempre ha sido así. El proceso evolutivo abarca todo lo que
es. Hasta Sanat Kumara aprende y progresa de una relativa imperfección a la
perfección.
Este bautismo de fuego (al cual se hace referencia en las Escrituras
Occidentales) contiene en si inevitablemente la acepción del dolor, en un grado
hasta ahora desconocido. Un vistazo superficial a los asuntos mundiales revelará
la verdad de esta afirmación.” (446)
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“…En la primera iniciación se le concedió (*) la visión de una
creatividad superior, y la energía del centro sacro empezó su lento ascenso al
centro laríngeo. En la segunda iniciación se le concede una visión de un
enfoque superior y su lugar en el todo mayor empieza lentamente a revelarse.
Una nueva creatividad y un nuevo enfoque son sus metas inmediatas, y la vida
para él ya no puede volver a ser la misma. Las antiguas actitudes y deseos
físicos pueden a veces asumir control; el egoísmo puede seguir desempeñando una
parte importante en su expresión de la vida, pero -subyacente en ellos y
subordinándolos- habrá un profundo descontento acerca de las cosas tal como
son, y angustiosos sufrimientos de fracaso. En este punto el discípulo aprende
a utilizar el fracaso y a reconocer ciertas diferencias fundamentales entre lo
natural y objetivo y lo sobrenatural y subjetivo.” (447)
(*) al Discípulo
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“…las tres notas clave para la segunda iniciación y su técnica.
Quisiera llamarles la atención sobre ellas, porque nos dan la clave para los
problemas mundiales e indican, al mismo tiempo, la solución y el camino de
salida del actual "impasse". Estas tres palabras son: Dedicación.
Espejismo. Devoción.
La dedicación del aspirante invoca el fuego. Tenemos aquí un enunciado
de mucha importancia. El aspirante en los niveles superiores del plano astral
es impulsado por el "fuego de la dedicación". Esto centraliza
inmediatamente su voluntad cuando se manifiesta en el plano mental, y este
enfoque, a su debido tiempo, inicia la seria empresa de trasladar su conciencia
a los niveles mentales. Entonces el "fuego" actúa inmediatamente y la
primera reacción (como he señalado anteriormente) es la "reunión del fuego
y del agua" y, por lo tanto, la producción de niebla, bruma espejismo e
ilusión. Estas cuatro palabras deben ser comprendidas simbólicamente. Los
espejismos así inducidos dependen del rayo y de la etapa de evolución del
individuo y de la nación. Es esencial aprender a pensar en los términos más
amplios posibles. No me ocuparé de ellos. Los individuos están descubriendo
rápidamente la naturaleza de sus espejismos, una vez que han determinado su
"intención espiritual"; también el espejismo nacional es reconocido
por los observadores, aunque raras veces lo hacen las naciones involucradas. El
factor que conduce a la disipación del espejismo es la devoción, devoción a un
individuo, a un Maestro (como enseña la Sociedad Teosófica) o a un proyecto
idealista. Y, finalmente, la ilimitada devoción a seguir el Camino, a hollar el
Sendero a cualquier costo, y la indesviable adhesión al servicio, considerada
como la técnica principal del sendero.
La dedicación da por resultado el espejismo, que es disipado por la
devoción -éstas son las notas clave de la segunda iniciación. No olviden que el
nacionalismo es el resultado de la dedicación a una posición nacional y
particular, y produce los espejismos que conducen a la dificultad mundial.
Estos tres aspectos del desenvolvimiento evolutivo deben ser
reconocidos por todo aspirante; su existencia determina el lugar que ocupa en
el Sendero, la iniciación para la cual se está preparando y la naturaleza de su
servicio a la humanidad.
¿Cuál será el resultado de la combinación de estos factores en nuestra
propia vida? Principalmente dos:
1. El centro plexo solar es llevado, ante todo, a un estado de
actividad casi violenta e impulsiva. Esta actividad es inducida por la
dedicación, produciendo inevitablemente espejismo.
2. Las violentas energías del centro plexo solar serán eventualmente
controladas por la cualidad de la devoción. Esta cualidad trasforma el centro
plexo solar en un gran centro de distribución de todas las reacciones
emocionales y todos los espejismos, convirtiéndolo temporariamente en la causa
del desastre, conflicto, dolor y angustia.
Como resultado de ambos, se pone en movimiento una gran agencia
transformadora, mediante la cualidad de la devoción, y el plexo solar no sólo
llega a ser un centro distribuidor sino el factor principal en la elevación de
las energías activas, tanto físicas como emocionales, desde abajo del diafragma
al centro cardíaco. Esto constituye un largo proceso que el aspirante está
obligado a enfrentar en el intervalo entre las iniciaciones. Se dice (y
efectivamente es verdad) que el período más largo entre iniciaciones es de la
primera a la segunda. Esta verdad debe ser enfrentada, debiendo además
recordarse que de ninguna manera es el período más arduo. El período más
difícil para el aspirante sensitivo y sensible, se encuentra entre la segunda y
la tercera iniciaciones.
Es un período de intenso sufrimiento, de castigo, por haber aplicado
los factores de espejismo e ilusión, al verse envuelto pronunciadamente en
situaciones que, durante largo tiempo, no se aclaran, y el asediado aspirante
avanza firmemente adelante lo mejor que puede, influido por una correcta
orientación y determinación espirituales. Generalmente debe hacerlo en la
oscuridad, trabajando bajo la acción de la mente lógica y comprensiva, pero
rara vez bajo la influencia de la inspiración. No obstante, el buen trabajo
continúa. Las emociones son controladas y, necesariamente, el factor mente
asume una importancia acrecentadamente correcta. La luz -vacilante y hasta
entonces incierta e impredecible- afluye ocasionalmente desde el alma, vía la
mente, aumentando con frecuencia las complicaciones, pero produciendo
eventualmente el control necesario que conducirá a la libertad y dará por
resultado la libertad.” (448)
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“Si estudian las nueve iniciaciones y las consideran desde este ángulo,
verán que cada una marca definidamente un punto de realización y, que todo el
tema de la iniciación adquiere nueva belleza y es digna del dolor y la lucha
para su obtención. Daré un indicio (nada más) de lo que quiere significar por:
Primera Iniciación. El Nacimiento. Liberación del Control del cuerpo
físico y sus apetitos.
Segunda Iniciación. El Bautismo. Liberación del control de la
naturaleza emocional y de la sensibilidad egoísta del yo inferior.
Tercera Iniciación. La Transfiguración. Liberación del antiguo
autoritarismo de la triple personalidad, marcando un momento culminante en la
historia de todos los iniciados.
Cuarta Iniciación. La Renunciación. Liberación del propio interés y
renunciamiento de la vida personal en bien del todo mayor. Hasta la conciencia
del alma deja de tener importancia y es reemplazada por una percepción más
universal, cercana a la Mente divina.
Quinta Iniciación. La Revelación. Liberación de la ceguera- que permite
al iniciado ver una nueva visión. Esta visión concierne a la Realidad, que está
más allá de cualquier otra, sentida o conocida hasta ahora.
Sexta Iniciación. La Decisión. Libertad de elección. He tratado estas
elecciones en otra parte de este libro.
Séptima Iniciación. La Resurrección. Liberación del aferramiento de la
vida fenoménica en los siete planos de nuestra Vida planetaria, siendo, en
realidad, la "elevación fuera del plano físico cósmico, o sobre él".
Octava Iniciación. La Transición. Libertad de la reacción de la
conciencia (tal como comprenden esa palabra) y liberación hacia un estado de
percepción, una forma de reconocimiento consciente que no tiene relación con la
conciencia, según se comprende dicho término. Podría considerarse como la total
liberación de la sensibilidad, habiendo sin embargo pleno florecimiento de esa
cualidad que denominamos inadecuadamente "compasión". Más no puedo
decir
Novena Iniciación. La Negación. Liberación de todas las formas posibles
de tentación, particularmente en lo referente a los planos superiores. Debe
recordarse constantemente (y de allí mi constante reiteración) que nuestros
siete planos son los siete subplanos del plano físico cósmico.” (449)
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(441) SEGUNDA PARTE. Los Rayos y las Iniciaciones. Sección Segunda. El
Aspirante y las Iniciaciones Mayores. Los Rayos y las Cinco Iniciaciones que
Enfrenta la Humanidad. El Efecto de la Energía de Armonía a través del
Conflicto sobre la Humanidad. (pág. 502)
(442) SEGUNDA PARTE. Los Rayos y las Iniciaciones. Sección Segunda. El
Aspirante y las Iniciaciones Mayores. Los Rayos de Aspecto y las iniciaciones
Superiores. El Efecto que en la Actualidad Produce el Primer Rayo sobre la
Humanidad. (pág. 532)
(443) SEGUNDA PARTE. Los Rayos y las Iniciaciones. Sección Segunda. El
Aspirante y las Iniciaciones Mayores. Los Rayos de Aspecto y las iniciaciones
Superiores. Sexta Iniciación. La Decisión. Tercer Rayo. (pág. 536)
(444) SEGUNDA PARTE. Los Rayos y las Iniciaciones. Sección Segunda. El
Aspirante y las Iniciaciones Mayores. Los Rayos de Aspecto y las iniciaciones
Superiores. La Significación de las Iniciaciones. Primera Iniciación. El
Nacimiento en Belén. (pág. 546)
(445) SEGUNDA PARTE. Los Rayos y las Iniciaciones. Sección Segunda. El
Aspirante y las Iniciaciones Mayores. Los Rayos de Aspecto y las iniciaciones
Superiores. La Significación de las Iniciaciones. Segunda Iniciación. El
Bautismo en el Jordán. (pág. 551)
(446) SEGUNDA PARTE. Los Rayos y las Iniciaciones. Sección Segunda. El
Aspirante y las Iniciaciones Mayores. Los Rayos de Aspecto y las iniciaciones
Superiores. La Significación de las Iniciaciones. Segunda Iniciación. El
Bautismo en el Jordán. (pág. 553)
(447) SEGUNDA PARTE. Los Rayos y las Iniciaciones. Sección Segunda. El
Aspirante y las Iniciaciones Mayores. Los Rayos de Aspecto y las iniciaciones
Superiores. La Significación de las Iniciaciones. Segunda Iniciación. El
Bautismo en el Jordán. (pág. 555)
(448) SEGUNDA PARTE. Los Rayos y las Iniciaciones. Sección Segunda. El
Aspirante y las Iniciaciones Mayores. Los Rayos de Aspecto y las iniciaciones
Superiores. La Significación de las Iniciaciones. Segunda Iniciación. El
Bautismo en el Jordán. (pág. 558)
(449) SEGUNDA PARTE. Los Rayos y las Iniciaciones. Sección Segunda. El
Aspirante y las Iniciaciones Mayores. Los Rayos de Aspecto y las iniciaciones
Superiores. La Significación de las Iniciaciones. Segunda Iniciación. El
Bautismo en el Jordán. (pág. 561)
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