lunes, 22 de abril de 2019

EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO (XXXIII) - Tratado de los Siete Rayos. VOL. 3 - Astrología Esotérica (II)



Este artículo es la continuación de El Dolor y el Sufrimiento (XXXII)

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Como en otras ocasiones, para realizar este estudio he intentado hacer una recopilación exhaustiva de extractos de todos los libros del Maestro y de Alice A. Bailey (25) que tratan sobre estos temas, aunque dada la extensión de toda la obra del Tibetano, podría ser que faltase algún fragmento.

Cada fragmento viene precedido por el título del libro, capítulo y/o sección de donde procede el texto, por si se desea ampliar la información mas allá de lo relacionado estrictamente con el tema.

Las conclusiones (cuando las haya) son personales, por tanto, como tales no tiene porque estarse de acuerdo con las mismas. Son reflexiones e interpretaciones propias de los extractos del Tibetano.

En la última entrada que se publique sobre el tema, si lo deseáis, podréis descargaros la recopilación completa en un documento en formato pdf.

Espero que la lectura de estos artículos (que iré publicando progresivamente al ser demasiado extensa toda la recopilación) pueda seros de utilidad.


Dani

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Tratado de los Siete Rayos. Vol. 3 - Astrología Esotérica (1951)



“…La construcción de las formas adecuadas y el empleo y el control de la forma son esenciales si se quiere colaborar correcta e inteligentemente con el Plan de Dios. Júpiter garantiza esto en Cáncer desde la etapa inicial del nacimiento. El amor como relación con la divinidad, y la sabiduría como relación con la forma, residen detrás de los propósitos del alma. En tiempo y espacio, durante largos eones, la forma controla y oculta al alma. Esto también es verdad respecto a la fluida naturaleza síquica. Ambos (aspecto forma y naturaleza síquica) alcanzan oportunamente una perfección concreta en Capricornio, para llegar a ser otra vez en Cáncer el instrumento perfecto de servicio que el iniciado maneja cuando trata de prestarlo a la masa, en vez de estar envuelto y perdido en las masas. El poder de Saturno en este signo lleva a cabo los fines y propósitos de las energías gobernantes, o rayos de armonía a través de los conflictos (la Luna y Mercurio) y de Neptuno, porque en este signo Saturno está en su lugar de detrimento, trayendo situaciones y condiciones difíciles que llevarán a la necesaria lucha. Esto convierte a Cáncer en una prisión simbólica y acentúa los sufrimientos y penas de una orientación errónea. El conflicto del alma con su medio ambiente -llevado a cabo consciente o inconscientemente- conduce a las penalidades de la encarnación y provoca esas condiciones de sufrimiento que el alma voluntariamente ha emprendido cuando -con los ojos abiertos y clara visión- eligió el sendero de la vida terrena con sus consiguientes sacrificios y dolores, a fin de salvar las vidas con las cuales tuvo afinidad.” (328)

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“Resulta interesante ver que el regente jerárquico de Géminis es la Tierra, planeta no sagrado. La Tierra también es el regente esotérico de Sagitario, el polo opuesto de Géminis, siendo las únicas dos constelaciones que están regidas por la Tierra, este hecho es de gran significado pues crea una situación poco común en el sistema solar y una relación singular. La línea cósmica de fuerza que va de Géminis a Sagitario y en forma inversa, está subjetiva y esotéricamente relacionada a nuestra Tierra, garantizando así el desarrollo de su alma, el desenvolvimiento de su forma como expresión de esa alma y conduciendo inevitablemente a nuestra afligida humanidad, en este calamitoso planeta, a la puerta de la iniciación en Capricornio.

En esta afirmación y en el dolor y el pesar, que son cualidades distintivas de nuestra vida planetaria, está oculto un misterioso secreto.” (329)

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“… Venus es también el alter ego de la Tierra, según se lo denomina en la literatura ocultista, y es su verdadero planeta complementario y suplementario. Hemos establecido dos relaciones duales: la de Géminis, los dos hermanos, y la de la Tierra y Venus. La Tierra está peculiarmente relacionada con el “hermano cuya luz está disminuyendo”, porque, como saben, no es un planeta sagrado, y con el aspecto material o sustancial de la divinidad. Venus está estrechamente relacionado con el “hermano cuya luz aumenta ciclo tras ciclo” y, por lo tanto, con el alma, cuya naturaleza es amor. Esta situación de Géminis-Venus reside en que nuestra Tierra es excepcionalmente el “planeta del sufrimiento que libera y del dolor que purifica”; la energía que produce estos factores liberadores está enfocada mediante Mercurio y Venus sobre nuestra Tierra. …” (330)

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“Cuando los Guías de la raza enfoquen firmemente la guerra (*) y no permitan que se prolongue demasiado ni que sea muy cruenta, podrá contribuirse definidamente a los fines de la evolución, creando situaciones que fomenten el desenvolvimiento mental, guiados espiritualmente, exigiendo claro pensar (algo raro de hallar), eliminando las condiciones indeseables, y destacándolas, haciendo desaparecer sus fuentes originadoras y además los efectos definido producidos en el cuerpo emocional de la humanidad, debido al sufrimiento y dolor colectivos. Tales sufrimientos, privaciones, ansiedades y miserias pueden llevar a una reversión de la orientación humana en la rueda de la vida, así como sucede con el aspirante individual; conducir y enfocar las tendencias de la vida en un mundo de realidades y valores más verdaderos e inaugurar de esta manera esa nueva y mejor civilización que todos esperamos. Si pudieran mirar el mundo actual como lo vemos nosotros los instructores en el aspecto interno, percibirían en todas partes estos reenfoques y reorientaciones.” (331)

(*) 1914-1945

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“Hemos hecho una parcial consideración sobre los rayos y sus efectos y relaciones, cuando, por intermedio de Tauro y sus regentes, derraman su fuerza y energía sobre el hombre individual o la entera humanidad. Los dos rayos que afectan directamente al signo son, como hemos visto, el quinto (por intermedio de Venus) y el primero (por intermedio de Vulcano). Ambos, cuando son considerados en combinación con la Tierra (expresión del tercer rayo), demuestran una combinación de rayos muy difícil, pues todos pertenecen a la línea de primer rayo de energía:

1er. Rayo. El Rayo de Voluntad o Poder.
5to. Rayo. El Rayo de Conocimiento Concreto.
3er. Rayo. El Rayo de Inteligencia Activa.

Esta combinación aumenta grandemente la ya difícil tarea del taurino. El segundo Rayo de Amor-Sabiduría y su línea subsidiaria de energía aparece sólo en forma indirecta y, por lo tanto la persona nacida en este signo carece frecuente y notablemente de amor y sabiduría. Un hombre así tendrá mucho amor, estima y respeto propio y estará egoístamente centralizado o enfocado en la personalidad. Será inteligente, pero no sabio; tendrá aspiraciones, pero al mismo tiempo será obstinado y determinante, de manera que su aspiración no lo llevará rápidamente muy lejos. Actuará esporádicamente y con impulsos incontrolados, pues un constante y mesurado progreso en el Camino le resulta difícil. No le es fácil aplicar en forma práctica el conocimiento obtenido, el cual tiende a permanecer como una adquisición mental y no como una experiencia práctica. Será casi dolorosamente consciente de la dualidad, pero en lugar de luchar por obtener la unidad, a menudo lo embarga una fija y estática depresión. Será destructivo, porque es “testarudo” debido a que predomina el aspecto martillador de Vulcano. Como posee cierta medida de luz, lo afligirá el poder de destruir que posee.” (332)

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“Como bien saben, Tauro rige el cuello y la glándula tiroides. Ésta es esencialmente la región de donde debe emanar la actividad creadora del hombre que se halla en el Sendero. La energía del centro sacro debe ser elevada a la laringe para que la creación, por medio del amor y la voluntad, compruebe oportunamente el efecto sublimador que produce la trasferencia de la energía sexual, cuando es aplicada en forma más elevada. El correcto empleo de los órganos de la palabra proporciona la clave de los procesos por los cuales el discípulo debe efectuar ciertos cambios básicos. El taurino que se halla en el camino de liberación, debería aplicar el método de la palabra en forma directa y motivada, y en forma exteriorizada y explicativa, a fin de transformarse de una persona que sigue voluntariamente el modo de ser de su personalidad, en un sabio colaborador del Plan. Con esto quiero decir que cuando el hombre traduce sus ideales en palabras y actos, efectúa una transformación, transmutación y, oportunamente, una traslación a la cima de la montaña de la Iniciación. Los resultados del trabajo creador de materializar la visión, deben ser llevados a una demostración efectiva en Escorpio, en cuyo signo se aplican las pruebas finales para comprobar que la energía fluye libremente, y sin impedimentos ni obstrucciones, entre los centros laríngeo y sacro, y demostrar que la correcta orientación ha sido lograda y que no existe temor alguno de que el sujeto de Tauro caiga ciegamente en el autointerés, pues en el futuro seguirá inteligentemente el Camino de la Liberación -camino que traerá su propia liberación y, al mismo tiempo, lo impulsará a realizar esas actividades que llevarán la liberación a otros. El hombre que en Escorpio ha aprendido sus lecciones, en Tauro deberá demostrar esa creatividad que actuará bajo la inspiración de la aspiración y de la visión y tratará de expresar constructivamente la belleza velada intrínsecamente por todas las formas, proporcionando así la revelación de ese propósito subyacente que motiva todos los acontecimientos y formas. Los aspectos que producen cambios básicos en el propósito, interés y orientación, deben manifestarse en Escorpio, comprobando así la efectividad de los procesos evolutivos, sufridos en la repetida gran transición de Escorpio a Tauro y de Tauro a Escorpio. Este ciclo de movimientos constituye (con el ciclo mayor) un ritmo de experiencia de enorme importancia. Estos siete signos son preeminentemente signos de experiencia en la vida. El signo anterior a Aries es el “signo de la institución”, mientras que los cuatro que le siguen a Escorpio prueban ser los signos del discipulado y la iniciación. Esto sucede en la rueda revertida, y las implicaciones sobre.” (333)

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“En este punto quisiera detenerme e intercalar unas palabras en respuesta a una pregunta perfectamente normal, que puede presentarse en la mente de los estudiantes y aspirantes reflexivos. ¿De qué sirve toda esta afirmación tan abstrusa y abstracta para un mundo agonizante y afligido? La valiosa utilidad de la información impartida, que condicionará la astrología del futuro, está más allá del período de posguerra, cuando nuevamente se abra el campo de servicio mundial y los hombres tengan tiempo para pensar y reflexionar debidamente. Quizás el servicio mundial se está hoy llevando a cabo en mayor escala que nunca, y se ha limitado únicamente a la liberación de la esclavitud, a aliviar el dolor y el sufrimiento y a prestar ayuda más estrictamente física. El servicio a que me refiero aquí, es el del proceso educativo, que traerá la civilización venidera y su correspondiente cultura, la cual se basará en todos los procesos culturales del pasado y del presente, descartando en lo posible todo lo que ha producido los desastres actuales. Esto significa la futura y la gradual aplicación del conocimiento de las potencias subyacentes, porque pueden indicar las líneas de menor resistencia para el emergente bien y la crisis de desarrollo que inevitablemente se producirá en el período de reconstrucción. Pero algo muy bueno puede surgir aún del estudio de estas cuestiones en la actualidad, siempre y cuando el estudiante de esoterismo no se contente con el estudio (empleado como escape del desastre presente) sino que vaya paralelo a la comprensión de las causas y de las condiciones, acompañada de un definido esfuerzo en un sentido práctico y definidamente físico.” (334)
           
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“No rehuyan estas crisis por duras y difíciles que parezcan ser. Son difíciles, pero no olviden que el hábito de enfrentar las crisis ha estado largamente establecido en la conciencia de la humanidad. El hombre tiene el “hábito de las crisis”, si puedo denominarlo así. Sólo son puntos para analizar la fortaleza, el propósito, la pureza, el móvil y la intención del alma. Cuando son superadas evocan confianza y producen una amplia visión. Fomentan la compasión y la comprensión, porque el dolor y el conflicto interno que han engendrado nunca se olvidan, pues extraen su fuerza de los recursos del corazón y liberan la luz de la sabiduría dentro del campo del conocimiento, enriqueciéndose el mundo.” (335)

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“Por lo tanto, podría decirse que, en realidad, lo que sucede hoy en el mundo es la transferencia de la energía del plexo solar planetario al centro cardíaco planetario. Las fuerzas de la voracidad, de la agresión, del espejismo y de la codicia, serán transmutadas en la hoguera del dolor y la terrible agonía y serán elevadas al centro cardíaco. Allí se transformarán en poder de sacrificarse, en dedicación incluyente, en una clara Visión de la totalidad y en colaboración que es un aspecto del principio de participación.” (336)

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“”Toda belleza y bondad, todo lo que contribuye a la desaparición del dolor y la ignorancia en la Tierra, debe ser dedicado a ‘la Gran Culminación. Entonces, cuando los Señores de Compasión hayan civilizado espiritualmente a la Tierra y hecho de ella un Cielo, quedará revelado para el peregrino el interminable Sendero que se extiende hasta el Corazón del Universo. El hombre, que entonces ya no será hombre, habrá trascendido la naturaleza, e impersonalmente, no obstante en forma consciente, unificado con todos los Seres Iluminados, ayudará a cumplir la Ley de la Evolución Superior, de la cual el Nirvana no es más que el principio”. (Yoga Tibetano y Doctrinas Secretas.)” (337)

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“1. La Cruz Mutable es la Cruz del Espíritu Santo, de la tercera Persona de la Trinidad Cristiana, pues organiza la sustancia y evoca la respuesta sensible de la sustancia misma.

2. La Cruz Fija es la Cruz del Hijo de Dios, de la segunda Persona de la Trinidad, impulsado por el amor a encarnar en la materia y a ser conscientemente crucificado en la Cruz de la materia.

3. La Cruz Cardinal es la Cruz del Padre, el primer aspecto de la sagrada Trinidad, que envió al Espíritu Santo (el Aliento) porque la Mente de Dios visualizó un destino para la materia, que ha tardado mucho tiempo en cumplirse, “ya cercano el momento”, el Hijo cumplió la ley en colaboración con el Espíritu Santo, y esto en respuesta al “hágase” del Padre.

Estas tres Cruces en su total manifestación se relacionan con las tres energías básicas, que trajeron a la existencia el sistema solar; constituyen las tres expresiones principales y sintéticas de la Voluntad suprema, motivadas por el amor y expresadas por la actividad. En estas Cruces, la capacidad de Ver el Todo, propósito-móvil-expresión, vida-cualidad-apariencia, se trasforma y cambia. En la Cruz Mutable, el hombre crucificado no ve nada. Sufre, agoniza, desea, lucha, y es la víctima aparente de las circunstancias, caracterizándose por la visión velada y los anhelos incipientes, que gradualmente toman forma hasta que alcanza la etapa de aquiescencia y aspiración. Luego, en la Cruz Fija, empieza a comprender la totalidad del propósito de la experiencia en la Cruz Mutable (en lo que a la humanidad concierne) que hay un propósito jerárquico que puede ser captado sólo por el hombre que está dispuesto a ser crucificado en esa Cruz. Alcanza la etapa de la responsabilidad, de la autopercepción y de la correcta dirección. Su orientación es ahora “espiritualmente vertical, lo que implica la incluyente horizontal”. En esta etapa va adquiriendo forma, en su conciencia, el Plan del Logos. En la Cruz Cardinal, el propósito y la culminación unificada de las dos crucifixiones anteriores, evidencia en forma casi cegadora, aparece con toda claridad la visión de la intención unificada de las tres Personas de la Trinidad subyacente -cada una en Su Propia Cruz.” (338)

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“… Los pueblos del mundo ya están comprendiendo (por medio del sufrimiento y su consiguiente reflejo) que existe algo más grande que la paz, y es el bien de la totalidad, y no únicamente pacíficas condiciones individuales o paz nacional. Esta reorientación de la conciencia humana es creada por la actitud determinada de las almas de los hombres en forma masiva y fusionada, organizada y enfocada por la visión del bienestar general de la humanidad.” (339)

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“Ahora que la guerra ha terminado (*) y los momentos de aguda prueba y tribulación han llegado a su fin, se producirá un gran despertar espiritual –de calidad y naturaleza actualmente impredecibles. La guerra habrá enseñado a la humanidad muchas lecciones y arrancado la venda que el yo inferior puso sobre los ojos. Los valores que hasta ahora han sido expresados y comprendidos sólo por aquellos cuyos “ojos están puestos en Dios" serán la meta y el deseo de incontables millares; la verdadera comprensión entre hombres y naciones será el objetivo anhelado. Lo que la humanidad decide obtener, siempre lo logra. Constituye una ley oculta, pues el deseo es la fuerza más poderosa en el mundo; el deseo organizado y unificado fue la razón fundamental de los primeros y asombrosos éxitos del Eje. El único factor que puede oponerse triunfalmente al deseo es la Voluntad, empleando la palabra en su significado espiritual y como expresión del primer gran aspecto divino. Muy poca voluntad espiritual organizada fue demostrada por las Naciones Aliadas, aunque, lógicamente, estaban animadas por el deseo de obtener la victoria y llevar a un fin a este cataclismo mundial omniabarcante, por el deseo de paz y de retornar a la estabilidad, terminar con las guerras de una vez por todas y romper con su constante repetición cíclica, y por un acrecentado deseo de finalizar con el terrible sufrimiento, la crueldad, la muerte, el hambre y el temor, que están estrangulando a la humanidad para acabar con su vida.” (340)

(*) Segunda Guerra Mundial

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… “El tránsito de todos los Héroes de la antigüedad a través de los signos del Sol y de los cielos... constituye, en cada caso individual, la personificación de los sufrimientos, triunfos y milagros de un adepto, antes y después de la iniciación.” (341)

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(328) CAPÍTULO SEGUNDO. EL ZODÍACO Y LOS RAYOS. La Naturaleza de la Astrología Esotérica. Cáncer, El Cangrejo (pág. 258)
(329) CAPÍTULO SEGUNDO. EL ZODÍACO Y LOS RAYOS. La Naturaleza de la Astrología Esotérica. Géminis, Los Gemelos (pág. 269)
(330) CAPÍTULO SEGUNDO. EL ZODÍACO Y LOS RAYOS. La Naturaleza de la Astrología Esotérica. Géminis, Los Gemelos (pág. 273)
(331) CAPÍTULO SEGUNDO. EL ZODÍACO Y LOS RAYOS. La Naturaleza de la Astrología Esotérica. Tauro, El Toro (pág. 282)
(332) CAPÍTULO SEGUNDO. EL ZODÍACO Y LOS RAYOS. La Naturaleza de la Astrología Esotérica. Tauro, El Toro (pág. 297)
(333) CAPÍTULO SEGUNDO. EL ZODÍACO Y LOS RAYOS. La Naturaleza de la Astrología Esotérica. Tauro, El Toro (pág. 300)
(334) CAPÍTULO TERCERO. La Ciencia de los Triángulos. 2. Triángulos de Fuerza-Planeta (pág. 331)
(335) CAPÍTULO TERCERO. La Ciencia de los Triángulos. 4. Conclusiones (pág. 356)
(336) CAPÍTULO CUARTO. Los Planetas Sagrados y los no Sagrados. 2. Las Razas, los Rayos y los Signos. (pág. 388)
(337) CAPÍTULO SEXTO. Las Tres Cruces. 3. La Cruz del Cristo Resucitado - La Cruz Cardinal. (pág. 413)
(338) CAPÍTULO SEXTO. Las Tres Cruces. 3. La Cruz del Cristo Resucitado - La Cruz Cardinal. (pág. 415)
(339) CAPÍTULO SEXTO. Las Tres Cruces. 3. La Cruz del Cristo Resucitado - La Cruz Cardinal. (pág. 425)
(340) CAPÍTULO SÉPTIMO. Los Rayos, las Constelaciones y los Planetas (Según la Tabulación X). (pág. 429)
(341) APÉNDICE. Las Constelaciones (pág. 476)