(Continuación del artículo)
En este, anteriores y posteriores artículos voy a tratar el tema de la alimentación vegetariana, un tema el cual, a nivel personal, me resulta sensible y despierta un especial interés por ser vegetariano.
Para realizar este estudio he intentado hacer una recopilación exhaustiva de extractos de todos los libros del Maestro y de Alice A. Bailey (23) que tratan sobre el tema, aunque dada la extensión de toda la obra del Tibetano, podría ser que faltase algún fragmento.
Todo y ser un defensor de la alimentación vegetariana y estar a favor de la misma, el único interés por mi parte es el de mostrar lo que el Maestro nos dice al respecto.
Las conclusiones que se encuentran al final de cada artículo son personales, por tanto, como tales no tiene porque estarse de acuerdo con las mismas. Son reflexiones e interpretaciones propias de los extractos del Tibetano.
Espero que tras la lectura de estos artículos (que iré publicando progresivamente al ser demasiado extensa toda la recopilación) podáis extraer vuestras propias conclusiones y os sirva para aclarar vuestras dudas y ayudaros en este difícil camino de la espiritualidad.
Dani
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TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 4 - CURACIÓN ESOTÉRICA
Primera Parte. Las Causas Fundamentales de las Enfermedades.
Capítulo IV. Respuestas a Algunas Preguntas
"
La Dieta.
Ninguna dieta puede
ser del todo apropiada para un grupo de personas de diferentes rayos,
diferentes temperamentos y equipos y diversas edades. Cada individuo difiere
totalmente de otro, en algunos puntos; deben investigar qué necesitan como
individuo, cómo pueden ser mejor satisfechos los requisitos corporales y qué
tipo de sustancia les permitirá prestar mejor servicio. Cada persona debe
descubrirlo por sí misma. No hay régimen alimentario grupal. Tampoco es
obligatorio eliminar la carne ni mantener un estricto régimen vegetariano.
Existen períodos en la vida y a veces encarnaciones enteras, en que el
aspirante se somete a una disciplina alimentaría así como en otros períodos, o
en toda una vida, se exige temporariamente un estricto celibato. Pero hay otros
ciclos de vidas y encarnaciones donde el interés del discípulo y el servicio
que presta, se orientan hacia otra dirección. Hay encarnaciones posteriores
donde ya no existe un constante pensamiento sobre el cuerpo físico, y el hombre
actúa libre de los complejos dietéticos y vive sin concentrarse en la vida de
la forma, ingiriendo alimentos disponibles, con los cuales puede mantener una
vida eficiente. En el pasado se consideraba esencial seguir un régimen
vegetariano como preparación para recibir ciertas iniciaciones. Eso no siempre
es así, pues muchos discípulos creen que se están preparando prematuramente
para la iniciación."
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Mis conclusiones:
- Dado que cada persona tiene unas características diferentes respecto a las de otras personas, no existe un régimen alimenticio que pueda recomendarse tanto individual como grupalmente. Cada individuo debe ser capaz de averiguarlo por si mismo. Elija la dieta que elija, debe permitirle satisfacer las necesidades corporales que le permita obtener los mejores resultados en el servicio.
- No es obligatorio el régimen vegetariano. En determinados periodos de la vida del aspirante o incluso encarnaciones enteras, sí que se le somete a unos estrictos regímenes y disciplinas, pero en otras no es necesario, puesto que se considera que ya se ha conseguido el control del cuerpo por sí mismo.
- El que en determinadas circunstancias se exija un régimen vegetariano no implica forzosamente que el aspirante esté preparándose para recibir una Iniciación.
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TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 4 - CURACIÓN ESOTÉRICA
Tercera Parte. Las Leyes Fundamentales de la Curación.
Capítulo VIII. Aplicación de las Leyes y Reglas.
Regla Dos.
"En la época lemuria el curador lograba su
objetivo aplicando drásticas disciplinas físicas, obteniendo así la necesaria
pureza. Como saben, la finalidad del esfuerzo jerárquico en esos días,
consistía en enseñar al hombre primitivo el empleo y propósito del cuerpo
físico y su control inteligente; el hombre que dominaba el cuerpo y lo
controlaba, como un maquinista controla su máquina, era considerado entonces un
iniciado. En la actualidad lo que hace al hombre un iniciado es el dominio de
la personalidad. Se exigía estricto celibato, un cuidadoso régimen alimenticio
y cierta medida de limpieza corporal, además de los rudimentos del Hatha Yoga
(control embrionario físico y atlético, principalmente control muscular).
Obtenido esto, la así llamada pureza permitía afluir libremente las corrientes
pránicas del curador al paciente, a través de los centros sacro y laríngeo -el
curador espiritual trabajaba a través del centro laríngeo y el punto de
recepción era el centro sacro del paciente; no se utilizaban los centros
cardíaco ni coronario. Prana, podría ser definido para ustedes como la
vitalidad del planeta, su emanación vital; esto es lo que distribuye o
transfiere el curador nato (que no ha tenido entrenamiento ni posee mucho
conocimiento esencial y poca o ninguna orientación espiritual). Cura, pero no
sabe cómo ni por qué; el prana fluye simplemente a través de él como una fuerte
corriente de vitalidad animal, comúnmente del centro esplénico y no de alguno
de los siete centros.
Estas drásticas disciplinas físicas a menudo
son aplicadas hoy por los aspirantes
bien intencionados; practican el celibato, el estricto vegetarianismo,
ejercicios de relajamiento y muchos tipos de ejercicios físicos, con la
esperanza de controlar el cuerpo. Estos tipos de disciplinas serán muy buenas
para el ser humano no evolucionado y del tipo más inferior, pero no son métodos
que debe emplear el hombre común o el aspirante practicante. La concentración
en el cuerpo físico sólo sirve para aumentar su potencia, nutrir sus apetitos y
hacer salir a la superficie de la conciencia aquello que debería estar
firmemente recluido bajo el umbral de la conciencia. El verdadero aspirante
debería ocuparse del control emocional y no del control físico, y hacer el esfuerzo
para enfocarse en el plano mental antes de lograr un contacto estable con el
alma."
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Mis conclusiones:
- En la época lemuriana el curador esotérico lograba sus objetivos gracias a unas estrictas disciplinas que le permitían disponer de un cuerpo puro por el que afluyese el prana planetario.
- Las estrictas disciplinas que siguieron los aspirantes de la época lemuriana (como el vegetarianismo, entre otras) son efectivas para las personas poco evolucionadas, pero no deberían ser utilizadas en la época actual por los aspirantes, puesto que un excesivo énfasis en el cuerpo físico solo sirve para aumentar la potencia del mismo y estimular aquello que ya debería de encontrarse recluido bajo el umbral de su conciencia.
- Los aspirantes de nuestra época deberían concentrar su interés en el control emocional y mental y no tanto en el cuerpo físico, puesto que el control del mismo ya debería de haberse realizado y encontrarse el mismo por debajo de su nivel de conciencia.
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TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS VOL. 4 - CURACIÓN ESOTÉRICA
Tercera Parte. Las Leyes Fundamentales de la Curación.
Capítulo VIII. Aplicación de las Leyes y Reglas.
Ley VI.
"En resumen, el cuerpo físico no es un
principio ni el principal punto de atención del aspirante; responde
automáticamente a la conciencia que se desenvuelve lentamente en todos los
reinos de la naturaleza; permanece siendo constantemente aquello sobre lo cual
se trabaja y no lo que posee una influencia innata propia: no tiene importancia
en el proceso activo, porque es el receptor y no lo que inicia la actividad. Lo
importante es la conciencia en desarrollo, la respuesta del hombre espiritual
interno a la vida, circunstancias, acontecimientos y medio ambiente. El cuerpo físico
responde. Cuando el cuerpo físico llega a ser erróneamente objeto de atención,
se produce la retrogresión; he aquí por qué toda profunda atención dedicada a
las disciplinas físicas, al vegetarianismo, a los regímenes y ayunos y a los
actuales tipos de (las así llamadas) curaciones mentales y divinas, son
indeseables y no están de acuerdo con el plan proyectado. Por consiguiente,
poner excesivo énfasis sobre el cuerpo físico y considerarlo indebidamente, es
reaccionario y similar a la adoración del becerro de oro por los hijos de Israel; es volver a
aquello que en un tiempo fue importante, pero que hoy debe relegarse a una posición
menor y por debajo del umbral de la conciencia."
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Mis conclusiones:
- El cuerpo físico no es un principio ni debe de ser el principal foco de atención del aspirante, ya que el mismo actúa como un autómata respondiendo a la conciencia que se desarrolla en todos los reinos de la Naturaleza.
- Lo importante es el desarrollo de la conciencia, no la forma que la contiene.
- Cuando se pone un excesivo interés en disciplinas físicas se consigue un efecto contrario, es decir, se estimula mas a la forma que a la conciencia, siendo esto opuesto al plan perseguido.
En resumen:
- No existe un régimen alimenticio único. Este dependerá de las características personales y/o grupales.
- No es obligatoria la dieta vegetariana, aunque en determinadas circunstancias y vida (o encarnaciones) del aspirante, es indispensable la misma.
- En los aspirantes, no es aconsejable seguir estrictas disciplinas (como el vegetarianismo)seguidas en épocas remotas ya que:
- se considera que el control del cuerpo físico ya se ha logrado.
- una atención excesiva en el mismo estimula su potencia, dificultando focalizar la atención en el control de los cuerpos emocional y mental.
- El cuerpo físico no es un principio y reacciona como un autómata a la conciencia que reside en esa forma.
- Lo importante no es el desarrollo de la forma sino de la conciencia que habita en esa forma.
(CONTINÚA en el siguiente artículo)