jueves, 1 de marzo de 2018

EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO (II) - Iniciación Humana y Solar -


Este artículo es la continuación de El Dolor y el Sufrimiento (I)

- - - - -

Como en otras ocasiones, para realizar este estudio he intentado hacer una recopilación exhaustiva de extractos de todos los libros del Maestro y de Alice A. Bailey (25) que tratan sobre estos temas, aunque dada la extensión de toda la obra del Tibetano, podría ser que faltase algún fragmento.

Cada fragmento viene precedido por el título del libro, capítulo y/o sección de donde procede el texto, por si se desea ampliar la información mas allá de lo relacionado estrictamente con el tema.

Las conclusiones (cuando las haya) son personales, por tanto, como tales no tiene porque estarse de acuerdo con las mismas. Son reflexiones e interpretaciones propias de los extractos del Tibetano.

En la última entrada que se publique sobre el tema, si lo deseáis, podréis descargaros la recopilación completa en un documento en formato pdf.

Espero que la lectura de estos artículos (que iré publicando progresivamente al ser demasiado extensa toda la recopilación) pueda seros de utilidad.

Dani

- - - - -

INICIACIÓN HUMANA Y SOLAR (1922)

“El cuarto punto que los hombres deben conocer y comprender como realidad fundamental, es que esta Jerarquía está compuesta por quienes han triunfado sobre la materia y han llegado a la meta por el mismo camino que siguen hoy los individuos. Estas personalidades espirituales, adeptos y Maestros, han luchado y bregado por obtener la victoria y el control en el plano físico, y se han enfrentado con los miasmas, brumas, peligros, dificultades, angustias y dolores de la vida diaria. Han hollado cada paso del sendero del sufrimiento, han pasado por todas las experiencias, han superado todas las dificultades y han triunfado. Estos Hermanos Mayores de la Raza han sufrido la crucifixión del yo personal y saben de la total renuncia del aspirante. No existe ninguna fase de agonía, ningún sacrificio consumado, ninguna Vía Dolorosa por la que no hayan pasado, y en esto radica Su derecho a servir y el poder de Su demanda. Conocedores de la quintaesencia del dolor, de la profundidad del pecado y del sufrimiento, Sus métodos pueden ser exactamente adecuados a las necesidades individuales; pero al mismo tiempo su compresión de que la liberación se obtendrá por medio del dolor, el castigo y el sufrimiento, y su captación de que la liberación se obtiene mediante el sacrificio de la forma, a través de los fuegos purificadores, basta para proporcionarles un firme apoyo y la capacidad de persistir, aun cuando la forma aparente haber sufrido suficientemente, y el amor, que triunfa sobre todos los obstáculos, esté fundado en la paciencia y la experiencia.” (12)

- - - - -

“El hombre debe aprender, a través de la experiencia y el dolor, la realidad de la dualidad de toda existencia. Habiéndolo aprendido, elige lo que concierne al aspecto espíritu plenamente consciente de la divinidad, y también a centrarse en ese aspecto. Al alcanzar la liberación, se da cuenta en verdad que todo es uno, que el espíritu y la materia son una unidad y que solo existe lo que se halla en la conciencia del Logos planetario, y en círculos más amplios, en la conciencia del Logos solar.



La Jerarquía aprovechó de este modo la facultad discriminadora de la mente, cualidad que caracteriza a la humanidad, para que el hombre, mediante el equilibrio de los pares de opuestos, alcance su meta y encuentre el camino de regreso a la fuente de origen.” (13)

- - - - -

“Discípulo es aquel que transfiere su conciencia de lo personal a lo impersonal, y que durante la etapa de transición soporta necesariamente muchas dificultades y sufrimientos, provenientes de varias causas:
a. De su yo inferior, que se rebela en contra de la transmutación.

b. De su grupo inmediato, de sus amigos y familiares que se rebelan ante su creciente impersonalidad. No les agrada ser considerados uno con él, en el aspecto vida, y sin embargo independientes de él, en lo que respecta a deseos e intereses. No obstante, la ley rige, y sólo cabe verdadera unidad en la vida esencial del alma. Descubrir lo que la forma es, causa muchos sufrimientos al discípulo, pero el camino conduce eventualmente a la perfecta unión.” (14)

- - - - -

“Se debe acentuar, especialmente en todos los discípulos, el valor del desapasionamiento. La falta de discernimiento no es un obstáculo para el discípulo en estos días, debido al desarrollo de la mente; pero sí lo es, con frecuencia, la falta de desapasionamiento. Esto significa obtener ese estado de conciencia donde se observa el equilibrio y no dominan el placer ni el dolor, porque han sido reemplazados por la alegría y el gozo.” (15)

- - - - -

“El discípulo debe aprender a permanecer silencioso ante el mal, a callar ante los sufrimientos del mundo, sin perder tiempo en quejas inútiles y en demostraciones de dolor, sino tratar de aligerar la carga del mundo, y trabajar sin perder energías en palabras.” (16)

- - - - -

“El sufrimiento sobreviene cuando el yo inferior se rebela. El yo inferior controlado y la eliminación del deseo, traen alegría.” (17)

- - - - -

“El aspirante conoce el valor oculto del dinero en el servicio. No busca nada para sí, excepto aquello que puede equiparlo para realizar el trabajo, considerando el dinero y lo que el dinero procura, como algo que debe ser empleado para los demás, y como medio para lograr la fructificación de los planes del Maestro, tal como él los percibe. Muy poco es comprendida la significación oculta del dinero, sin embargo, una de las grandes pruebas para determinar el lugar que ocupa el hombre en el sendero de probación, concierne a su actitud y al manejo de lo que todos los hombres buscan con el fin de satisfacer sus deseos. Quien nada desea para sí puede ser el receptor de la abundancia financiera y el distribuidor de las riquezas del universo. Por el contrario, si aumenta su riqueza, le acarrea dolor y angustia, descontento y perversión.” (18)

- - - - -

“El hombre que recibe la cuarta iniciación, la Crucifixión, suele tener una vida de gran sacrificio y sufrimiento. Es la vida del hombre que hace la Gran Renunciación, y que aún exotéricamente es considerada difícil, intensa y penosa. Todo lo abandona, hasta su perfecta personalidad misma, sobre el altar del sacrificio, y queda despojado de todo. Renuncia a amigos, dinero, reputación, carácter, posición, familia y hasta a la vida misma.” (19)

- - - - -

“Los centros reciben en la iniciación una nueva afluencia de capacidad vibratoria y de poder, que en la vida exotérica da por resultado:

  1. El refinamiento y la sensibilidad de los vehículos, que al principio puede ocasionar mucho sufrimiento al iniciado, pero que produce la capacidad de responder, lo cual compensa ampliamente el dolor incidental.” (20)
 - - - - -

“Cuando el amor a todos los seres, sin tener en cuenta quienes son, comienza a ser una realidad en el corazón del discípulo y, al mismo tiempo, el amor a sí mismo no existe, indica que se está acercando al Portal de la Iniciación y puede prestar los juramentos preliminares necesarios, antes de que su Maestro entregue su nombre como solicitante de la iniciación. Si no le importa el sufrimiento y el dolor del yo inferior, si le resulta indiferente ser feliz o no, si el único propósito de su vida es servir y salvar al mundo y si las necesidades del prójimo son para él de mayor importancia que las propias, recién entonces el fuego del amor irradia de su ser y el mundo podrá sentirse confortado ante sus pies. Este amor debe ser una manifestación probada y práctica y no sólo una teoría ni simplemente un ideal impracticable y un sentimiento grato, sino algo surgido de las experiencias y pruebas de la vida, de tal modo que el primer impulso de la vida sea el autosacrificio y la inmolación de la naturaleza inferior.” (21)

 - - - - -
 
(12) Capítulo III. El Trabajo de la Jerarquía. Dar el Ejemplo a la Humanidad. (pág. 34)
(13) Capítulo IV. La Fundación de la Jerarquía. La apertura del Portal de la Iniciación. (pág. 41)
(14) Capítulo VIII. El Discipulado. Descripción de un Discípulo. (pág. 68)
(15) Capítulo VIII. El Discipulado. El trabajo que debe realizarse. (pág. 69)
(16) Capítulo VIII. El Discipulado. El trabajo que debe realizarse. (pág. 70)
(17) Capítulo VIII. El Discipulado. Relaciones grupales. (pág. 72)
(18) Capítulo VIII. El Discipulado. Relaciones grupales. (pág. 73)
(19) Capítulo IX. El Sendero de la Iniciación. Las dos Iniciaciones siguientes. (pág. 81)
(20) Capítulo XIII. Los Cetros de Iniciación. El efecto de la Aplicación del Cetro. C. En los centros. (pág. 118)
(21) Capítulo XIX. Reglas para Aspirantes. Regla Uno. (pág. 156)





1 comentario:

Anónimo dijo...

Destaco este fragmento que me parece de sumo interés: “Se debe acentuar, especialmente en todos los discípulos, el valor del desapasionamiento. La falta de discernimiento no es un obstáculo para el discípulo en estos días, debido al desarrollo de la mente; pero sí lo es, con frecuencia, la falta de desapasionamiento. Esto significa obtener ese estado de conciencia donde se observa el equilibrio y no dominan el placer ni el dolor, porque han sido reemplazados por la alegría y el gozo.”