Este artículo es la continuación de El Dolor y el Sufrimiento (X)
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Como en otras ocasiones, para
realizar este estudio he intentado hacer una recopilación exhaustiva de
extractos de todos los libros del Maestro y de Alice A. Bailey (25) que
tratan sobre estos temas, aunque dada la extensión de toda la obra del
Tibetano, podría ser que faltase algún fragmento.
Cada fragmento viene precedido por el título del libro,
capítulo y/o sección de donde procede el texto, por si se desea ampliar la
información mas allá de lo relacionado estrictamente con el tema.
Las
conclusiones (cuando las haya) son
personales, por tanto, como tales no tiene porque estarse de acuerdo con
las mismas. Son reflexiones e interpretaciones propias de los extractos
del Tibetano.
En
la última entrada que se publique sobre el tema, si lo deseáis, podréis
descargaros la recopilación completa en un documento en formato pdf.
Espero que la lectura de estos artículos (que iré publicando
progresivamente al ser demasiado extensa toda la recopilación) pueda seros de utilidad.
Dani
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EL DISCIPULADO EN LA NUEVA ERA – VOL. II (1955)
“Se acrecienta y continuará
acrecentándose la tensión del mundo (*); aumenta la ansiedad y no hay señales
de que aminore; la hora más oscura de la vida humana está sobre nosotros y con
frecuencia conduce al ansioso discípulo a una experiencia -terrible aunque
hermosa- designada como "la oscura noche del alma". Esta oscura noche
adquiere diferentes formas y distintos grados de intensidad, de acuerdo al
rayo, al tipo y a la etapa de evolución del discípulo. Nadie puede eludirla. Si
se reflexiona detenidamente sobre la descripción que dan los místicos en el
trascurso de las edades, encontrarán un error. En el pasado hicieron resaltar
el sufrimiento experimentado y la agonía padecida por la personalidad. En
realidad y desde el punto de vista de los hechos, ésa no es la verdadera noche
oscura. La real "noche oscura”, es la del alma, cuando participa del dolor
de toda la humanidad, de su agonía, por la separación existente entre la
humanidad y Dios (separación basada en la ilusión, pero no en la realidad), y
de la desesperación humana al dirigirse hacia un Dios aparentemente sordo. El
dolor, la agonía y la desesperación de la personalidad, son cosas muy distintas
que no conciernen a la totalidad del dolor y sufrimiento a que está sometido el
género humano.” (126)
(*) El libro fue escrito en 1955
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“Uno de los problemas que
enfrentan los discípulos en estos momentos de tensión mundial, es mantener el
correcto sentido de proporción, que conduce a desarrollar correctamente la
actividad paralela -la actividad del discípulo interno y el trabajo del hombre
externo. La meta consiste en lograr el perfecto equilibrio y no resulta fácil
alcanzarlo. En todos los momentos de agonía y hecatombe mundiales (como el que
experimentamos hoy), aparece un tercero y paralelo aspecto de la vida, que
complica el problema del discípulo, al cual ya considera muy difícil y
provocador. Dentro del hombre tenemos al discípulo interno, orientado
conscientemente hacia la Jerarquía y la vida del reino de Dios, y también al
atareado hombre externo preocupado con las distintas actividades, desempeñando
la parte del ciudadano inteligente, tratando siempre de cumplir con su
responsabilidad nacional y grupal; además tenemos al sufriente ser humano
emocional, frecuentemente perplejo ante la agonía del mundo, reaccionando
penosamente ante el dolor y la angustia de sus semejantes, horrorizado por los
terribles resultados sicológicos de la guerra mundial, los impactos y
complejidades sicológicos, estupefacto ante el presente y abrumado por el temor
al futuro. Cuanto más pueda abarcar, mayor será su tensión y dolor; cuanto más
avanzado esté en el Camino, más agudas serán sus reacciones, y cuanto más
piense y proyecte para el futuro, verá con mayor claridad las posibilidades
inminentes. No espero que suceda lo contrario; esta triple posición que
inevitablemente deben adoptar, si son verdaderos discípulos, ofrece la
oportunidad para la integración planeada e invita a que se hagan cargo de la
parte individual que les corresponde en la responsabilidad y comprensión
jerárquicas.” (127)
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“…Las instrucciones personales
son ahora más completas y les recomiendo considerarlas como instrucciones que
deben cumplirse. Leer constantemente, ser conscientes de las instrucciones y
las enseñanzas que luego no son aplicadas activamente en el plano externo,
demuestra simplemente evadir la realidad. A no ser que las instrucciones del
maestro obtengan una respuesta experimental, los lazos ashrámicos se aflojarán
y con el tiempo el discípulo entrará en un intervalo (a veces muy prolongado,
involucrando varias vidas), donde irá a la deriva, leyendo y pensando,
inactivo, con absorta y placentera atención, sin sufrir el dolor de la
realización.…” (128)
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“El cese de los "grandes
sonidos de los aspectos materiales" -el ruido de la guerra y de las
explosiones y el clamor de la humanidad sufriente-, traerá una extraña y falsa
paz que, al mismo tiempo, creará un canal para el acercamiento de las nuevas
energías y fuerzas espirituales que -dirigidas por la Jerarquía- afluirán a la
familia humana y traerán estímulo, receptividad y aspiración espirituales y una
gran disposición hacia lo nuevo.…” (129)
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“Los discípulos son también sensibles a otros
factores de naturaleza más subjetiva, siendo algunos de ellos los siguientes:
1. El vórtice astral o emocional
que la humanidad estableció inevitablemente como resultado del dolor captado, a
través del cual debe pasar el discípulo observador.…” (130)
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“El trabajo de la red de luz y
buena voluntad enfocado en el plano de la mente, consiste en utilizar este
conocimiento a fin de afectar a la conciencia pública. Éstos son puntos que
deberían ser simplificados y gradualmente enseñados con el más claro lenguaje a
todos los miembros de Triángulos. El trabajo de Triángulos consiste en trabajar
con las mentes de los hombres y con un factor empleado y explotado en todas
partes por los dirigentes; el esfuerzo estriba en plasmar en las mentes ciertas
ideas necesarias para el progreso humano. La gente reconoce la oscuridad y el
sufrimiento actuales y, por lo tanto, dan la bienvenida a la luz; los hombres
están cansados de odiar y luchar y, en consecuencia, dan la bienvenida a la
buena voluntad.” (131)
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“…El agotamiento de la emoción y
su trasferencia -como fuerza- al corazón, para ser trasmutada allí en energía
de amor, se emprendió simbólicamente durante la época en que la humanidad
estaba desarrollando nuevos reconocimientos. La humanidad, mediante el
agotamiento de la energía emocional (incidental a la agonía de la guerra), es
actualmente mucho más consciente del corazón que en cualquier otro momento de
su historia. ¿Llegaron ustedes a comprender esto y la oportunidad que se les
presentó?
El mundo de los hombres estuvo
sometido a tanta tensión y sufrimiento, que centenares de miles de personas en
casi todos los países, "nada sentían" -real o imaginariamente- y el
centro plexo solar no aceptaba o absorbía nada más. Al que sufría sólo le quedaba
el consuelo de que los hombres de todas partes estaban en la misma situación y
la participación en común del sufrimiento unió a todos los hombres, sin tener
en cuenta nacionalidad, religión o clase.
Por lo tanto, por primera vez en
la historia, la humanidad empezó a reconocer una fase definida de la
universalidad; el género humano, como un todo, empezó a "participar en la
reacción del corazón". Esto era tan general y agudo que el corazón -como
irradiación motivadora- se convirtió en un punto de enfoque humano. Uno de los
primeros frutos del sufrimiento universalmente compartido, apareció en la
Tierra, y con su aparición disminuirá grandemente todo sufrimiento futuro."
(132)
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“Debe enseñarse a los discípulos
el trabajo de presentación y de relación entre el tiempo y el acontecimiento.
Un correcto sentido cronológico es algo que debe cultivar todo aquel que
trabaja para la Jerarquía. Sin embargo, antes de poder realizarlo, debe él
mismo reconocer y trabajar con ideas, aprender el método de acercamiento y el
consiguiente empleo de la "nube de cosas conocibles" (a la que
Patanjali se refiere) y luego traducir estas ideas, con las cuales hizo
contacto, en ideales prácticos. A medida que transcurre el tiempo esta
"nube" será más comúnmente reconocida; los científicos comenzarán a
darse cuenta que esa nube es el verdadero origen o manantial de todas las ideas
e inspiraciones que posibilitan su trabajo y también empezarán a desarrollar la
técnica de la concentración dirigida, que les permitirá llegar a la fuente de
las ideas y obtener beneficios de la misma.
Al principio se hace contacto con
estas ideas como si fueran vagas percepciones o remotas profecías; cuando
entran en contacto con ellas los eclesiásticos de cualquier religión mundial,
estas ideas son normalmente interpretadas en forma demasiado literal, siendo
por lo tanto engañosas, lo cual ha sido responsable de gran parte del
sufrimiento del mundo. El método científico evita que el hombre de ciencia
cometa ese error.” (133)
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“La interpretación cristiana de
la Voluntad de Dios y de la significación del sacrificio, se basa realmente en
la rebeldía y negación humanas que sólo ve en la vida espiritual la ignorante
aceptación de la inescrutable Voluntad divina; implica también la creencia en
la necesidad de sentir dolor y sufrimiento por el sacrificio, en el sentido de
repudiar totalmente todo lo que se ha considerado bueno y útil, deseable y
placentero. Esta rebeldía ha matizado toda presentación de lo que los teólogos
cristianos consideran como Voluntad de Dios, e implica la ineludible imposición
de la Voluntad de una Deidad trascendental, conduciendo en forma inevitable
(aunque no del todo concluyente) a la terrible y simbólica muerte del Cristo en
la Cruz y a la dolorosa vida sacrificada del hombre espiritual. La iglesia ha
dado mucha enseñanza sobre la necesidad de que la voluntad humana se someta a
la voluntad divina; sin embargo, poco o nada enseña sobre el empleo gozoso de
la voluntad del Cristo, inmanente en cada forma y peculiarmente activa en la
forma de la humanidad, por lo tanto, susceptible de emplearse gozosa y
comprensivamente. No contiene la idea de que el sacrificio significa
infelicidad, ni de que es un proceso gozoso de "santificar" el deseo;
los teólogos se niegan a reconocer que no captan ni comprenden que la
liberación de la energía confinada y aprisionada en el plano astral, se
convierte en servicio iluminado en los demás planos.” (134)
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“El tema de la redención (que subyace en todos
los procesos iniciáticos) está oculto en las responsabilidades kármicas de
Sanat Kumara; una etapa tras otra y una iniciación tras otra, el discípulo
llega a comprender el significado de la redención. Ante todo aprende a redimir
su triple personalidad; luego el concepto se amplía en líneas paralelas, a
medida que trata de redimir a sus semejantes; posteriormente comparte el
trabajo redentor vinculado a todo verdadero esfuerzo jerárquico y se convierte
en "parte activa de un Ashrama redentor". En iniciaciones
posteriores, y después de la quinta Iniciación de la Revelación, percibe con
una nueva claridad algunas de las deudas kármicas que indujeron al Logos
Planetario a crear este planeta de sufrimiento, angustia, dolor y lucha;
entonces comprende (con alegría) que este pequeño planeta tiene esencialmente
un propósito y técnicas excepcionales y que sobre y dentro de él; (si pudiera
penetrar debajo de la superficie) se está llevando a cabo un gran experimento
redentor; sus principales factores complementadores y agentes científicos son los
"hijos de la mente que eligieron ser hijos de los hombres y, sin embargo,
siguen siendo por toda la eternidad Hijos de Dios". Estos "hijos de
la mente" fueron elegidos en esa legendaria época en que vino a la
existencia el cuarto reino de la naturaleza, para desarrollar la ciencia de la
redención. Hay una significación verdaderamente histórica y espiritualmente
esotérica en las palabras de El Nuevo Testamento, de que "toda la creación
gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora..., aguardando la
manifestación de los hijos de Dios". San Pablo se refiere en ella al
propósito planetario y a la insistente decisión de los hijos de Dios, de que
oportunamente -a medida que rediman la sustancia, la materia y la forma,
probando así la posibilidad de esa redención por medio de sus propias
personalidades transfiguradas- su recompensa podría ser la manifestación
eventual como expresión de la divinidad. Con ese propósito y ese objetivo en
vista, instituyeron el gran proceso evolutivo de la iniciación, estableciendo
continuidad de revelación e iluminación. En realidad, el lapso en que se recibe
la iniciación final, es simplemente la culminante y triunfal demostración de la
comprensión y el propósito de todas las experiencias pasadas; el cumplimiento
(por el Iniciador Uno) de la primera promesa hecha a los "hijos de la
mente", cuando originalmente comenzaron su trabajo redentor, y que
consiste en "una repentina y luminosa glorificación individual y su fusión
con la gloria del todo durante la iniciación".” (135)
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(126) Sección Uno. Instrucción Grupal. Agosto de 1942 (pág. 36)
(127) Sección Uno. Instrucción Grupal. Septiembre de 1943 (pág. 40)
(128) Sección Uno. Instrucción Grupal. Septiembre de 1943 (pág. 44)
(129) Sección Uno. Instrucción Grupal. Septiembre de 1943 (pág. 45)
(130) Sección Uno. Instrucción Grupal. Enero de 1946 (pág. 67)
(131) Sección Dos. Enseñanzas sobre la Meditación. Octava Parte (pág.
156)
(132) Sección Dos. Enseñanzas sobre la Meditación. Décima Parte. Primera
Meditación... Control del Corazón... Trasferencia (pág. 164)
(133) Sección Dos. Enseñanzas sobre la Meditación. Décima Parte. Quinta
Meditación... Precipitación... Recepción (pág. 169)
(134) Sección Tres. Enseñanzas sobre la Iniciación. Octava Parte. Puntos
de Revelación. El Segundo Punto de Revelación: La Voluntad es una expresión de
la Ley del Sacrificio. (pág. 332)
(135) Sección Tres. Enseñanzas
sobre la Iniciación. Novena Parte. (pág. 336)
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